Pareciera que con el cierre masivo de los centros de consumo de bebidas alcohólicas en el planeta, ésta industria inevitablemente colapsaría, pero no fue así. El confinamiento no frenó el consumo y el tequila figura entre las categorías que más repuntaron, al menos en Estados Unidos y Europa.

Cifras del Consejo Regulador del Tequila (CRT) muestran que la producción de la ancestral bebida alcanzó el año pasado 374 millones de litros, 6.3% más que en 2019, siendo también el mejor año para la producción de tequila 100% de agave. Esta categoría llegó a su máximo nivel histórico con 228 millones de litros producidos, impulsada por la creciente demanda.

Por supuesto, las métricas de exportación de tequila confirman el empuje que tuvo el sector. En 2020 los envíos al extranjero crecieron a doble dígito, llegando a 286 millones de litros, es decir 16.3% más que el año previo. De hecho, también la categoría de tequila 100% de agave llegó a su máximo nivel de exportaciones, enviándose al mundo 163.1 millones de litros.

Le comparto otro dato: entre abril y agosto del año pasado la agroindustria tequilera resintió los efectos de la pandemia por Covid-19, presentando crecimientos mínimos de apenas 0.3%, pero se registró un repunte a partir de septiembre, para incluso terminar el año con tres nuevos récords.

Eso no quiere decir que no hubo retos o dificultades. Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), el sector de la hospitalidad se encuentra entre los más afectados por la crisis de Covid-19 en la región. Además, de acuerdo con la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac), 15% de los restaurantes cerraron permanentemente en México en 2020. Además, estima que entre 3% y 4% de los restaurantes mantiene sus puertas cerradas de forma temporal, y varios establecimientos cambiarán de propietario en 2021.

Es por eso que empresas globales como Diageo, dueña de marcas como tequila Don Julio, extendieron apoyos para restaurantes y bares en el Estado de México, Jalisco, Nuevo León, Puebla y Querétaro a través de su programa Raising The Bar.

De esta manera, los centros de consumo registrados en el plan de rescate tendrán acceso a capacitaciones e información digital sin costo, además de la posibilidad de recibir equipo y materiales de seguridad e higiene para su personal, mobiliario para brindar servicio móvil en sus establecimientos y adaptarse así a las nuevas prácticas tras la contingencia sanitaria. Tome nota.

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