En Comunicación Social de Presidencia se hicieron los olvidadizos con un evento público del presidente Andrés Manuel López Obrador en Tamacapulin, Jalisco. Contrario a como se hace normalmente, no informar sobre el evento tuvo el objetivo, dicen los mal pensados, de que los reporteros que cubren las actividades diarias del Ejecutivo federal no acudieran al lugar y pudiera dar cuenta de los reclamos que ahí recibió el mandatario por parte los pobladores, quienes le recriminaron no haber cancelado de manera definitiva la presa El Zapotillo, pese a que esa fue una de sus promesa de campaña. Regularmente Presidencia da a conocer todos los eventos a los que acudirá López Obrador, incluso si estos son privados, pero en el caso de Tamacapulin, solo la prensa local, la cual fue alertada por los pobladores, pudo llegar para registrar las recriminaciones. Esto ocurre a un par de semanas en que el equipo del Presidente buscó hacer privado un evento en Badiraguato, Sinaloa, tierra natal de Joaquín “El Chapo” Guzmán , para luego arrepentirse y decir que todo sería público. Qué misteriosos andan.

Otro actor contra el regreso a clases

Conforme nos acercamos a la fecha programada para el regreso a clases presenciales, crece el rechazo a esta decisión presidencial a la par de los contagios de Covid-19. El Consejo Supremo Hñahñu (CSH) que aglutina a millones de indígenas de Hidalgo, Querétaro y Guanajuato, entre otros estados, rechazaron esta decisión y la famosa “carta compromiso” de la SEP, la cual responsabiliza a los padres por el contagio de sus hijos mientras que deslinda al gobierno. Aludieron que no hay estrategia para contener la pandemia y se privilegió la política y la división del país en lugar de garantizar la vida de la población.

Menos penachos, más medicinas

Las celebraciones por los 500 años de la caída de Tenochtitlán y el pedir “perdón” a los pueblos originarios de México por la Conquista española son parte de una campaña del presidente López Obrador para segmentar al país en buenos y malos, en puros y malvados. Pero lo que más llama la atención es que choca de frente con la realidad de los pueblos indígenas mexicanos en la actualidad. De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), México tiene la tasa de letalidad —15.4%— más alta de Covid-19 entre la población indígena de todo el continente, por la falta de acceso a los servicios de salud. La menor tasa es Perú con sólo el 1.1%. ¿Quizá es hora de menos pirámides de cartón y más medicinas?.

La ayuda para Haití

Como hace 11 años, Haití fue golpeado por un fuerte sismo que dejó severos daños materiales en la isla, y con pérdida de vidas humanas. Ante ello, el gobierno mexicano alista el envío de apoyo a aquella nación, la cual se prevé consista en alimento, medicina, agua potable, así como el envío —que se tiene pendiente— de vacunas contra el Covid-19, que no fueron entregadas a la isla en el pasado debido al conflicto político que recientemente se vivió en el país caribeño y que tuvo como peor expresión el asesinato de su presidente Jovenel Moïse . También se analiza si será posible el envío de personal médico, como la polémica aportación a Cuba que hizo México en la peor etapa de la pandemia. Se prevé que este domingo se concluya cuál será la ayuda que se enviará y cuándo será entregada por medio de la Sedena y de la Marina.

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