A las mexicanas y mexicanos:

La pandemia de SARS-CoV-2 modificó a nivel global los estilos y la forma de gobernar. Algunos mandatarios y jefes de Estado lo han entendido, otros aún están en busca de la hebra a seguir, ya que la realidad exige dejar de lado siglas, colores y geografías políticas para colocar en el centro de la atención a las personas y sus necesidades fundamentales.

Actualmente presidentes y primeros ministros enfrentan el mismo reto: mantener el liderazgo personal y a sus partidos políticos en el gobierno con el respaldo de la ciudadanía, mientras paralelamente dan respuestas eficaces y eficientes a una población harta de discursos y promesas.

El golpe seco que representó para todas las naciones la aparición y expansión del Covid19 ha obligado a las y los gobernantes a repensar el futuro inmediato de sus administraciones, incluso a quienes representan gobiernos modernos y de avanzada como los de Alemania, Reino Unido, Francia, Suiza, Japón, entre otros. La realidad de la emergencia mundial proyectó una luz a seguir, pero al mismo a tiempo ha cobrado costos políticos muy altos, como, por ejemplo, la pérdida de popularidad.

No es para menos, el contexto de incertidumbre creciente, por el crecimiento exponencial del virus, la ineficiencia de los sistemas de salud y la crisis económica derivada del cierre de las actividades consideradas no esenciales ha transformado sustancialmente tanto a la sociedad como a sus pautas de producción, comercio y consumo.

Sin embargo, muy pocos gobernantes, prácticamente la excepción, como es el caso del presidente Andrés Manuel López Obrador, se adelantaron a la crisis mundial provocada por el coronavirus, supieron leer los signos de los nuevos tiempos e hicieron a un lado las fórmulas mágicas del marketing político, el discurso de lo “políticamente correcto” y la soberbia del gobernante tradicional. Sustituyeron el oropel del poder por la verdad cotidiana y enfrentaran el reto de ser ellos mismos, sin máscaras ni maquillajes.

Escuchar, entender y atender a la mayoría la sociedad ha sido la clave del éxito; es decir atender prioritariamente a la población marginada, empobrecida y vulnerable para prevenir los efectos de la crisis y, sobre todo, para evitar que un futuro se repita.

A pesar de la inasistencia de sus detractores y de la intensa campaña difundida en medios digitales y tradicionales en contra de la actual administración, López Obrador se mantiene en el ánimo ciudadano y goza de la confianza mayoritaria del pueblo de México.

La firma Morning Consult Political Intelligence, que rastrea semanalmente el índice de aprobación de los líderes gubernamentales de 13 países: Australia, Brasil, Canadá, Francia, Alemania, India, Italia, Japón, México, Corea del Sur, España, Reino Unido y Estados Unidos, colocó a nuestro país en segundo lugar en apoyo popular a su gobernante. Con un margen de error de +- 1 a 3 por ciento, lo que se encuentra dentro de los estándares internacionales, la consultora internacional señaló hace unos días que AMLO es el segundo presidente mejor evaluado entre los 13 arriba citados con 62 de 100 puntos de aceptación. En términos prácticos esto implica que 6.2 de cada 10 mexicanos apoyan al presidente.

El primer lugar de aceptación popular lo registró el primer ministro de India, Narendra Damodardas Modi, quien gobierna a la nación hermana desde el 26 de mayo de 2014, registrando 75 puntos de 100. Hay que destacar que el presidente López Obrador está por arriba de lo que registran mandatarios de naciones con altos niveles de desarrollo, como son los casos de Boris Johnson, primer ministro de Reino Unido, quien cuenta con 56 puntos de aceptación y de la Canciller de Alemania Angela Merker, quien obtuvo 59 puntos.

Las mediciones de popularidad realizadas a los mandatarios sugieren diversos análisis, uno de los cuales apunta a la necesidad de modificar el rumbo de las naciones y del mundo, a partir de una política económica y social focalizada en el bienestar de las personas por encima del de los mercados. Los liderazgos se construyen desde abajo y todos los días junto a la gente. El arte de la política no admite improvisaciones, los estadistas no nacen se hacen.

Paola Félix Díaz

Titular del Fondo Mixto de Promoción Turística de la CDMX; activista social y exdiputada federal.

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