En estos tiempos de pandemia todos hemos aprendido a hacer cada vez más actividades de manera remota. Para muchos, el cambio más radical se ha dado en la manera de trabajar. Millones de personas han estado ya casi un año sin la rutina de ir a la oficina, asistir a reuniones presenciales, visitar clientes o proveedores en persona, estrechar la mano de un colaborador, y un sin fin de rutinas y actividades laborales presenciales que un mundo pre-COVID dábamos por un hecho.

En esta columna hemos comentado cómo algunos hábitos de esta nueva manera de trabajar van a ser parte permanente en nuestras vidas futuras. Sin embargo, más allá de las herramientas como zoom y las nuevas políticas de trabajo remoto con más frecuencia, ¿cuáles son las principales características que debe tener un líder para hacer que su organización triunfe en esta nueva normalidad?

Ya hemos hablado de las principales cualidades que hacen que un líder lleve a sus organizaciones al éxito. Muchas de ellas son de sentido común: Humildad, integridad, confianza, empatía, visión, transparencia, delegación efectiva, resiliencia, inteligencia emocional, comunicación clara, etc. Quizá la más importante y respetada cualidad de liderazgo es la integridad. Es la cualidad más necesaria y más admirada en todas las personas, pero especialmente en el líder eficaz. La confianza es la cualidad que hace que todas las relaciones funcionen. La voluntad y la capacidad de confiar en las personas en posiciones de liderazgo son absolutamente esenciales para que las organizaciones tengan capacidad de rendir al máximo.

Una organización que triunfa depende en buena mano de que sea una organización en la que la gente se sienta motivada a dar lo mejor de sí en todo momento. En este mundo de trabajo remoto, ¿cómo se logra que las organizaciones estén enfocadas en dar los mejores resultados con una supervisión virtual? ¿Cómo se logra que los empleados sean leales a la empresa, tengan el correcto sentido de urgencia y busquen permanentemente la mejora continua en una mundo de trabajo a distancia? La repuesta es sencilla: El líder debe buscar la manera más efectiva de estar presente y poner el ejemplo. Las organizaciones responden cuando ven congruencia en el ejemplo de los líderes .

De acuerdo a un estudio llevado a cabo por “The Alternative Board” entre cientos de fundadores de empresas a nivel mundial, los resultados son contundentes. Según los encuestados, la positividad o el ser positivo es el rasgo más importante que un líder puede tener, con el 47% de los encuestados valorando esta cualidad . La positividad incluso superó la pasión que tuvo un 27%, la capacidad de ser agradable con un 26% y la decisión con 23%. Tiene sentido. El liderazgo positivo inspira a los demás y es contagioso. Es mucho más poderoso un “cómo sí”que un “por qué no”. La clave de la nueva normalidad para el líder es asegurarse que, ante todos los retos del trabajo a distancia, se logra comunicar con la organización de manera efectiva.

Los equipos positivos son equipos productivos. Las culturas de confianza y apoyo son más colaborativas y creativas y, en última instancia, atraen a personas más trabajadoras y talentosas. Cuando lideras con una actitud positiva en un clima de apoyo, las personas van más allá de lo necesario. Cuando las personas se sienten apreciadas, se vuelven más seguras y producen lo mejor posible en el trabajo.

Es importante reconocer que este año ha sido uno de los años más retadores de la historia del trabajo. Todos hemos tenido que sortear obstáculos y dificultades que hace unos meses eran imposibles de imaginarse. Es indiscutible que una actitud positividad crea resiliencia. Cuando los líderes tienen una perspectiva optimista, los colaboradores se recuperan más rápido de los desafíos. Además, el optimismo mejora la efectividad en resolver problemas. El ser positivo permite ver más allá del problema y encontrar soluciones creativas. Los equipos con esperanza son menos propensos a caer en la frustración y el desaliento. Los líderes con enfoque positivo unen a los equipos, no los dividen.

En esta época de tantos retos complejos es importante que los líderes se enfoquen en las fortalezas de la gente y no en las debilidades. Está comprobado que los equipos que construyen sobre fortalezas son más efectivos y tienen logros más rápido. De hecho, la organización de “The Leadership Council” en Washington DC realizó un estudio cuantitativo de liderazgo y descubrió que participar en una conversación que se centra en las fortalezas de un empleado mejorará el rendimiento en casi un 37%.

El rol del líder en una organización que aspira a trascender es la diferencia entre el éxito y el fracaso. La falta de presencia física hace que esto sea más difícil que nunca. El pensamiento positivo, la creatividad y conocimiento de las características particulares de cada organización serán indispensables para que los nuevos líderes lleven a sus equipos a ganar en esta nueva normalidad .

* Director General de Strategy Primus y Presidente del Comité de Difusión de la COPARMEX, @LuisEDuran2

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