El domingo pasado, tuvimos el cuarto informe del ejecutivo federal en apenas su primer año de ejercicio. Sin embargo, se le olvidó —con toda la intención— visibilizar algunos datos.

Las violaciones a los derechos humanos que sufren las mujeres, adolescentes y niñas en nuestro país van en aumento. Cada día la violencia se ha hecho más persistente, con mayor impunidad para los perpetradores y con una alta estigmatización social para las víctimas.

La ONU estima que nueve mujeres son asesinadas cada día en nuestro país. La palabra feminicidio no fue pronunciada por el presidente en su informe, sin embargo, desde el inicio del sexenio hasta octubre pasado, se han cometido 907 feminicidios y 2, 567 homicidios dolosos en contra de mujeres en el país. Siendo el 2019 el año más violento para nosotras las mujeres.

La política de “abrazos y no balazos” o la de “acusar a los criminales con sus mamás y abuelitas”, poco ha funcionado. Comparando enero a octubre de 2019 contra los mismos meses de 2018, los delitos han sufrido un incremento preocupante. Por ejemplo, la extorsión aumentó en un 35%; las violaciones 28%; los feminicidios 11%; la violencia familiar 10%; el robo a negocio 6%; las lesiones 5% y los homicidios dolosos un 1%.

Igualmente este primer año de ejercicio ha sido exageradamente violento para los periodistas y personas defensoras de derechos humanos, ya que han sido asesinados 13 periodistas y 18 personas defensoras, sin embargo, tampoco escuchamos nada sobre el tema.

En el mismo sentido, el ejecutivo federal no puede seguir invisibilizando a los más de 40 mil desaparecidos y 37 mil cadáveres sin identificar. Necesitamos una estrategia clara en la materia.

El presidente presumió que “reducimos la migración”, sin embargo, olvidó mencionar que en realidad la guardia nacional y demás instituciones de seguridad, que deberían estar combatiendo la inseguridad pública, sirven como el muro que nuestro vecino del norte solicitó a efecto de detener la migración.

El colmo de su mensaje fue el presumir el asilo de Evo Morales, ya que —en la materia de asilo y refugio— debería estar poniendo más atención a las violaciones de derechos humanos a que son sujetos los migrantes que buscan atravesar nuestro país. Las imágenes terribles de la estación migratoria Siglo XXI en Tapachula Chiapas, dan cuenta de que para este gobierno hay asilo de primera y asilo de cuarta.

De igual forma, se habló de que llegará a otorgar becas a un millón de personas con discapacidad, sin embargo, el problema es la falta de políticas transversales de inclusión. Este gobierno ni siquiera ha nombrado al titular de la Conadis, hecho lamentable y discriminatorio.

Es importante señalar que en este primer año de gobierno se destruyeron políticas públicas que habían dado buenos resultados como el “Seguro Popular” o las “Estancias Infantiles”, aunado a la intromisión del ejecutivo en la autonomía de diversos organismos autónomos.

Es necesario que el gobierno federal rectifique a efecto de poder detener la crisis de violaciones de derechos humanos en que se encuentra sumergido nuestro país.



Senadora de la República

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