La industria manufacturera es un motor de crecimiento nacional, tan solo en el primer trimestre de 2023 registra una participación promedio de 16.7% del Producto Interno Bruto (PIB). Ahora bien, es necesario dar impulso a las actividades manufactureras que tengan un alto impacto económico para mantener nuestra participación en el mercado internacional sin descuidar el mercado interno, lo que implica aumentar el valor agregado.
México es una economía que ha desarrollado su industria manufacturera, liderando en América Latina por su competitividad y sus relaciones comerciales y encadenamientos productivos con Estados Unidos, permitiéndole a la economía nacional presenciar un cambio de modelo de desarrollo impulsado por las exportaciones. Cabe destacar que, a consecuencia de la pandemia y los conflictos geopolíticos, la industria manufacturera se sigue valorando y refuerza su potencial como un posible centro manufacturero a partir de la tendencia de relocalización o nearshoring, respaldado por la confianza empresarial para invertir tanto en sectores tradicionales como en los no convencionales para la economía mexicana.
Si bien la industria manufacturera ha mostrado su dinamismo, a través del indicador de actividad de la industria manufacturera se señala que para el primer cuatrimestre la actividad manufacturera ha alcanzado y superado los niveles prepandemia en 7.2%; sin embargo, el mismo indicador muestra que al interior de las manufacturas su recuperación no ha sido uniforme.
En el contexto de la inversión extranjera directa (IED), las actividades manufactureras de fabricación de equipo de transporte han mantenido con cambios marginales sus niveles de participación, en el primer trimestre de 2018 era 9.2% del total de la IED y en 2023 representó 9.8%; entre las industrias manufactureras que llamaron la atención del extranjero destacan la industria metal básica, incrementando su participación en la IED pasando de 1.8% en el primer trimestre de 2018 a representar 10.6% en 2023. Otro ejemplo de atracción de inversiones es la industria química que pasó de tener una participación de 4.8% en 2018 a 7.2% en 2023, dando pauta a una reflexión respecto de cuáles deben ser las industrias por impulsar en los años siguientes de cara a las tendencias futuras del mercado global.
Para medir la expansión o contracción de la industria manufacturera se hace uso del indicador de pedidos manufactureros el cual si llega a estar por encima de 50 puntos significa que se encuentra en expansión; en los primeros cinco meses de 2023 la industria manufacturera continúa con buen desempeño aunque no ha logrado recuperar el dinamismo visto en los primeros cinco meses de años previos a 2020 debido al débil crecimiento de la industria de fabricación de equipo de transporte; por lo que no es trivial que las exportaciones automotrices también hayan mostrado un cambio marginal en su participación dentro de las exportaciones totales.
Frente a la coyuntura actual y la gran oportunidad que vive el país en materia de relocalización, es buen momento para generar modelos prospectivos y de visión de largo plazo con enfoque al desarrollo de industrias innovadoras, diferenciadoras y que respondan a las tendencias de futuro, con la participación de las Pymes como parte de la ecuación de crecimiento y de valor agregado, generando empleos de calidad; y con un claro objetivo de impulsar el mercado interno, que al final es el sustento del crecimiento.
Presidente de Consultores Internacionales, S.C.