Si bien el país ya tiene controversias pendientes con Estados Unidos respecto a la política energética y las reglas de origen en el sector automotriz, se suma la prohibición paulatina a la importación de maíz transgénico para consumo humano. Cabe señalar que de las importaciones totales mexicanas menos de 4% son para consumo humano.

En contexto, el 14 de febrero de 2023 México anunció la prohibición paulatina de la compra de maíz transgénico para consumo humano y la eliminación del herbicida glifosato, siendo que se completará la prohibición a inicios de 2025, argumentando los efectos nocivos para la salud y la protección al campo mexicano, por una posible contaminación transgénica en los cultivos.

Como consecuencia a inicios de junio del presente año Estados Unidos solicitó formalmente consultas con el gobierno mexicano debido a la falta de pruebas científicas de que estos productos afecten de manera significativa a la salud humana, por lo que en caso de no llegar a un acuerdo entre los gobiernos se daría pie a una solicitud de inicio de un panel de solución de controversias en el margen del artículo 31 del T-MEC, al cual se ha sumado Canadá.

Para poner números claros, el maíz es el commodity agrícola que más se produce en el mundo y la producción se divide en maíz blanco que su uso es principalmente para consumo humano y en maíz amarillo que su uso es principalmente para consumo pecuario y uso industrial; en México para 2022 se cuenta con una oferta total de maíz de 48 millones de toneladas, de las cuales 54.3% es maíz blanco y 45.7% es maíz amarillo.

Respecto a los datos más relevantes de la composición de la oferta de maíz, se cuenta a México como el octavo mayor productor del grano a nivel mundial con una producción nacional de más de 26 millones de toneladas en 2022, lo que respecta a cada grano, 89.3% del maíz blanco es producción nacional y del maíz amarillo solamente 14.3% es nacional.

En cuanto a las importaciones mundiales mexicanas en 2022 alcanzaron 17 millones de toneladas que representan 35.7% de la oferta total del maíz, se debe recordar que México es el principal cliente de EU de maíz en general, en 2022 se importaron más de 15 millones de toneladas de maíz blanco y amarillo, de las cuales 90% es transgénico.

Siendo que las importaciones por grano, para el maíz blanco representan solamente 2.5% pero para el maíz amarillo representan 75.1% de su oferta, por lo que en la prohibición paulatina del maíz transgénico para uso humano que es principalmente blanco, existe una afectación marginal al comercio del maíz en general. Haciendo notar que la producción nacional de maíz blanco es suficiente para satisfacer la demanda doméstica pero no somos autosuficientes en lo que respecta a maíz amarillo.

Tomando en cuenta las controversias existentes respecto a la política energética, además de la controversia respecto a las reglas de origen en el sector automotriz, no parece prudente seguir generando mayor incertidumbre y preocupaciones sobre la posibilidad de restricciones adicionales en otros productos de exportación, el país debería estar atendiendo temas relevantes que potencialicen la competencia nacional.

Por lo que cabe plantear la pregunta ¿qué estamos ganando como país al imponer estas nuevas restricciones comerciales? Si bien no se está teniendo un efecto significativo en el comercio internacional con la prohibición, el país deberá actuar con responsabilidad, prudencia y sensatez, evitando poner en riesgo a México y al T-MEC, el cual es un pilar de la economía de América del Norte que beneficia a las tres naciones con inversiones, genera crecimiento económico y bienestar.

Presidente de Consultores Internacionales, S.C.

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