El mejor documental sobre las tres muertes de Maricela Escobedo, la mujer que se convirtió en activista y dolor de cabeza perenne para el corrupto sistema judicial en México, después del feminicidio de su hija, ya está en Netflix.
En él se puede seguir, sin asomo de miedo, la incansable cruzada de esta madre en busca de justicia, que tuvo que ser asesinada, para ser callada.
Salen a balcón desde el gober mega corrupto César Duarte, hasta las poco confiables autoridades policiales y los insensibles y faltos de sentido común jueces que absolvieron al homicida, Sergio Rafael Barraza, a pesar de la confesión de ser el autor material del crimen.
Y es en el juicio oral, parte medular del documental de Carlos Pérez Osorio, donde uno se pregunta si pueden existir imbéciles de este calibre.
Bueno, pues evidentemente, que sí.
Entre la corrupción y el tortuguismo del sistema coludido con el crimen, la justicia se siente más lejana que una utopía.
Sin embargo, Maricela Escobedo lucha por un ideal de justicia a sabiendas de que podía costarle la vida que, en efecto, le costó, en un territorio donde la violencia es ley bajo el imperio, hace diez años, de la última letra del alfabeto, a la cual arribó el asesino de su hija.
Algunos servidores públicos, ajenos al embalaje de la corrupción en el palacete de gobierno de Chihuahua, dan sus puntos de vista del espinoso asunto de este y otros feminicidios, cuando ya pasó el clima de injusticia que le costó la vida a esta luchadora frente al mismísimo palacio de gobierno, lo que marcó a toda su familia.
En octubre de 2012, un tal José Enrique Jiménez Zavala, fue detenido como presunto asesino de Maricela Escobedo, dejando ver el sicario que el asesinato violento e impune fue ordenado por Los Zetas, de quien era esbirro Sergio Rafael Barraza.
Sin embargo, los familiares de Maricela Escobedo no lo reconocen como tal.
El seguimiento en pietaje real del caso es impresionante, como la incompetencia y el agachonismo institucional, al igual que las falsas promesas de justicia del gobernador Duarte que, como caso excepcional de un partido totalmente podrido como el PRI, ya está tras las rejas.
La verdad, pocos documentales tan dramáticos y encabronantes como éste, con una edición impecable sobre la situación real del feminicidio tan poco atendido en nuestro país, donde las promesas empeñadas por los mandos para su combate, son meramente triquiñuelas o distractores por la autoridad en turno.
Vale mucho la pena.
No se lo pierdan.
pepenavar60@gmail.com