La noticia de la contratación de como compañero de Max Verstappen en la temporada 2021 de la Fórmula 1 representó no solamente un regalo de Navidad y Reyes para el propio piloto de Jalisco, sino para todos los aficionados latinoamericanos a la máxima categoría.

El deporte siempre quita, dando lecciones y revanchas, pero también recompensas, y nada más justo para el piloto mexicano que el premio de un nuevo asiento en Red Bull Racing para competir en el campeonato del próximo año.

Y aquí viene un componente importante: la presión. Esa presión a la que todos en cualquier actividad que desempeñamos estamos sometidos, no importa si eres estudiante, trabajador, dueño de empresa, gobernante o por supuesto, atleta. Sin duda alguna, Pérez estuvo sujeto a una de las mayores y más complicadas temporadas de su carrera, no solamente por el hecho de competir teniendo como compañero al hijo del dueño del equipo, sino también por haber sido despedido prácticamente a mitad de temporada, sin un panorama claro sobre su futuro. Y precisamente en este ambiente de presión Pérez encontró su mejor temporada en la Fórmula 1, no solamente con más puntos, no sólo como el mejor del resto, finalizando cuarto del campeonato de pilotos, con un par de podios, uno de ellos su primera victoria en Fórmula 1.

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Del otro lado, tenemos la historia también humana del piloto tailandés-británico Alex Albon, que al igual que Checo tiene una historia de vida, sacrificio y de retos. Albon llegó a la Fórmula 1 después de recorrer el camino de categorías inferiores, compitiendo en su momento con hombres como Charles Leclerc o George Russell, por mencionar algunos.

Albon llegó a la F1 de la mano del programa de pilotos de la bebida energética, llegó a Toro Rosso en 2019 y pronto dio el salto al equipo principal de Red Bull, sustituyendo a un fallido Pierre Gasly; desde entonces, el reto de superar a Max Verstappen se convirtió en una historia de más bajos que altos. De nuevo aparece el tema de la presión, esa que a Alex no le jugó hasta el momento a favor.

Pero la historia le da una segunda oportunidad al quedarse todavía en el equipo como piloto reserva, con miras a volver en 2022 si es que Pérez no da los resultados esperados y cuya vara hoy es altísima en cuanto a las expectativas que tiene que cumplir ante aficionados y patrocinadores. Si Albon logra recuperarse, seguramente tendremos de regreso a un piloto maduro, capaz y ganador.

Red Bull, mientras tanto, tendrá que revisar su programa de pilotos.

Este 2021 luce prometedor para Sergio Pérez y seguramente será de mucho aprendizaje para Alex Albon. El primero tendrá las herramientas para competir; el segundo tendrá que esperar.

@jgarciacontacto

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