El receso de verano de la F1 está por concluir y ya la próxima semana tendremos el ansiado Gran Premio de Bélgica en el mítico escenario de Spa-Francorchamps. Tiempo para analizar a los equipos coleros del serial: Williams, Alfa Romeo y Haas, en los que sumar cada carrera es toda una odisea para no lucir como fracasados.

Williams

. Una de las escuderías con más abolengo en la F1 por historia —de hecho la segunda con más títulos, con nueve, solo detrás de Ferrari, que posee 16— hoy es una sombra de lo que fue en los años 80 y 90, y busca salir de la oscuridad de la mano de una nueva administración, ya que el año pasado la familia Williams la vendió al fondo norteamericano Dorilton Capital. Después de sumar un solo punto en 2019 y ninguno el año pasado (sólo Mercedes sumó 573 en 2020), contar ya con 10 en esta temporada luce como una bocanada de aire fresco. Su baraja de pilotos cuenta con el heroico George Russell, a quien le ha tocado pagar derecho de piso por aspirar a tomar el ansiado asiento en Mercedes, donde la Q3 en Austria le supo a pole, luchando sin éxito en conseguir el ansiado primer punto con Williams. Sin embargo, el pasado y accidentado GP de Hungría le dio un octavo sitio sumando cuatro puntos de oro, pero fue su compañero, el canadiense Nicholas Latifi, quien en medio del caos terminó por delante en séptimo lugar, amasando seis unidades. Con una decena de puntos en la bolsa, lo que venga en las próximas carreras será ganancia para el equipo inglés, que correrá sin presión.

Alfa Romeo

. Sentado sobre las bases de lo que algún día fue el equipo Sauber, hoy la escudería propiedad de FIAT es más un equipo B de Ferrari que otra cosa, una suerte de laboratorio de pruebas, decayendo en su rendimiento a lo largo de los últimos tres años, yendo de sumar 57 puntos en 2019 a solo ocho en 2020, marchando hasta el momento con tres unidades en 2021, dos aportados por Kimi Raikkonen y solo uno de Antonio Giovinazzi, quien mantiene viva la esperanza italiana de tener un piloto de la misma sangre en Ferrari, lo cual parece lejano. Giovinazzi ha lucido mejor en las clasificaciones en 2021, pero el legendario finlandés se las ha arreglado casi siempre para sumar más que él, empatando en unidades solamente el año pasado. Para 2022 sus asientos siguen vacantes, y con Kimi viviendo quizá sus últimas carreras en F1, el panorama para ambos pilotos es incierto. Si Ferrari provee al equipo de actualizaciones en su motor para el resto de la temporada, el camino puede mejorar.

Haas

. Pocos podrían pensar que la escudería americana fuera peor todavía que en años pasados, pero lo han conseguido hasta el momento, marchando con cero unidades en 2021, después de sumar 28 en 2019 y tres en 2020. Sin duda alguna están pagando el precio de contar con el mismo auto que el año pasado y de contar con dos noveles pilotos en Mick Schumacher y Nikita Mazepin. El hijo de la leyenda es piloto Ferrari y cumple su temporada de novato en F1 con aciertos y errores, madurando a fuego lento y con quien la escudería italiana no puede equivocarse; aunque un paso obvio es ir a Alfa Romeo en 2022, las probabilidades de continuar un año más en Haas son crecientes. Por otro lado, Nikita Mazepin llegó, no sin escándalos previos, al equipo patrocinado por su padre a través de la empresa petroquímica de su propiedad Uralkali, que puso 100 millones de euros para desplegar sus logotipos en Haas.

Schumacher/Mazepin

son agua y aceite, no se quieren ni trabajan como equipo, están ahí para cumplir sus respectivas curvas de aprendizaje, el equipo es lo de menos.

Además, Gunter Steiner , uno de los peores jefes de equipo, célebre por sus frases en la serie de Netflix, también es garantía de no éxito. Nada luce que vaya a cambiar en el futuro, salvo que Haas cambie de manos.

Nos vemos la próxima semana, en la cual el ayuno de F1 por fin termina.

@jorgedialogante

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