La efervescencia político-electoral está a todo lo que da a lo largo y ancho de la república mexicana y, por supuesto, con mayor intensidad en los 15 estados en los que el próximo 6 de junio la voluntad popular decidirá quién habrá de encabezar los destinos de esas entidades.

La lucha por el poder gubernamental es cada vez más cruenta, y la aparición de memes, videos y todo aquello que denoste a los candidatos adversarios son el pan de cada día. Estos elementos se utilizan como medio consistente para lastimar la imagen del político aspirante y bajar, así, sus niveles positivos de popularidad. Al menos, eso es lo que se pretende, en las redes sociales no hay nada escrito, y cualquier cosa puede tener un efecto contrario al pretendido de origen.

La guerra sucia alcanza sus niveles más altos y se utiliza a través de los instrumentos digitales, aéreos, terrestres o cualquiera que permita el marketing político.

Uno de los estados que seguramente estarán en el ojo de la opinión pública es el de San Luis Potosí, donde Ricardo El Pollo Gallardo sigue encabezando las encuestas, aún y cuando sus adversarios han lanzado sendas campañas tratando de revertir la ventaja que El Pollo logró desde antes de que arrancara el presente proceso electoral.

La fórmula para lograr esa preferencia electoral es simple: Gallardo Cardona ha estado, de forma permanente, pie-tierra recorriendo su estado en los últimos cinco años, ha logrado una conexión exacta con sus electores por su discurso sencillo y elocuente, que empata con el gusto de la clase popular que, entre los votantes, es la más representada.

La coalición que encabeza el PAN, conformada por el PRI y el PRD también denominada “Si por San Luis Potosí”, participa de forma activa para tratar de frenar el crecimiento y la persistencia de El Pollo Gallardo, de quien expertos han coincidido: “es irreversible su victoria electoral”.

El tamaño de la preocupación del candidato de esa alianza, Octavio Pedroza, se mide en el hecho de que el partido azul tuvo que echar mano de un viejo y conocido ex militante de ese partido, el ex secretario del Trabajo del expresidente Felipe Calderón Hinojosa, el polémico Javier Lozano.

Esto provocó que la respuesta de la alianza “Juntos haremos historia por San Luis Potosí”, conformada por el PT y el PVEM que abandera a El Pollo Gallardo, acreditara como su vocero y, evidente contestatario, al coordinador del Grupo Parlamentario en la Cámara de Diputados federal, Arturo Escobar, político experimentado, con magnífica soltura discursiva y agudeza, quien, sin duda, habrá de deleitarnos una vez que la confrontación se dé entre estos dos personajes.

Por si fuera poco, en sus redes sociales el petista Gerardo Fernández Noroña ya se pronunció respecto a la reciente adquisición que hicieran los blanquiazules-tricolores-amarillos en las tierras potosinas. Tres personajes reconocidos de la vida política nacional que seguramente darán mucho de qué hablar, específicamente, en la elección de San Luis Potosí.

Esa es la dimensión de lo que ha logrado Ricardo El Pollo Gallardo, quien hoy se ha consolidado en el interés político-electoral nacional.

El Partido del Trabajo y el Partido Verde Ecologista le han manifestado su respaldo total y acompañamiento en esta justa electoral. En días pasados, El Pollo recibió el respaldo de sus compañeros diputados y senadores que conforman los grupos parlamentarios del PT y el PVEM y advirtieron a las autoridades electorales y estatales que no habrán de permitir que se violente la ley o se utilicen argucias legales para inhibir o frenar la voluntad del pueblo de San Luis Potosí.

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