Pronto conoceremos los resultados que obtendrán las diferentes fuerzas políticas que compiten por las gubernaturas de los estados de Quintana Roo, Oaxaca, Hidalgo, Aguascalientes, Durango y Tamaulipas. Esta elección será el mayor referente efectivo de cómo posiblemente se comporte el proceso electoral del 2024.

El vertiginoso paso del tiempo nos lleva a la anticipación de acciones, en donde las fuerzas políticas y los actores políticos ya preparan sus estrategias para el logro y consolidación de sus objetivos electorales.

La madre de todas las batallas, electoralmente hablando, se libra cada seis años en nuestro país. Para algunos, el 2024 aún se encuentra lejano; sin embargo, para otros, apenas y existe el tiempo suficiente para una adecuada planeación y el trazo de una ruta electoral.

Los partidos políticos son el vehículo más efectivo para que aspirantes a cargos de elección popular obtengan el triunfo que anhelan. En México, el antecedente más importante que se tiene de un candidato independiente, es decir, sin el acompañamiento específico de una fuerza partidista, es el de Jaime Rodríguez Calderón, conocido como El Bronco, quien hoy se encuentra inmerso en un proceso de índole penal y privado de su libertad.

Hay que recordar que el propio Rodríguez Calderón también envió a su antecesor, Rodrigo Medina de la Cruz, a la cárcel y que hoy se encuentra en libertad.

En nuestro país no existe un caso más representativo de un candidato sin partido que, por mérito propio, haya logrado un triunfo electoral de esa magnitud; solo se le aproxima el caso de Pedro Kumamoto, quien como independiente logró una curul en el ámbito de su estado, Jalisco. Hoy, estos dos actores no cuentan con el respaldo de una fuerza política acreditada y reconocida en nuestro país, por ello es fundamental que cualquier trazo político que se proyecte tenga la certeza del acompañamiento de una o algunas fuerzas políticas para la obtención de espacios, ya sea en el poder gubernamental, legislativo o municipal.

Desde hace dos años en este espacio lo comentamos, en México la lucha por el poder se da en dos vertientes: la que representa a la derecha conservadora y la que se identifica con la izquierda liberal; es como ya se han agrupado debidamente los partidos políticos; cada uno de ellos aporta, política y electoralmente, a cualquier actor político. Ninguna fuerza partidista es desdeñable, muy por el contrario, la alianza con una de éstas puede significar el triunfo o la derrota.

Hoy como nunca, está claro que para la izquierda mexicana nada es más importante que mantener la unidad y la alianza entre Morena, el Partido Verde Ecologista de México y el Partido del Trabajo, éste último innegablemente reconocido por mantener su línea ideológica consistente dentro de la izquierda mexicana y haberse consolidado como el único partido que acompaña y acompañó al actual jefe del Ejecutivo federal, Andrés Manuel López Obrador, durante todo el tiempo en que ha buscado cualquier cargo de elección popular.

El PT acredita y seguirá acreditando su necesaria permanencia, si se pretende obtener cualquier triunfo de carácter electoral.

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