Los casos de coronavirus siguen creciendo en México y debemos tomar acciones para resolver esta pandemia con responsabilidad. Debo decir que no comparto el criterio del Subsecretario López-Gatell: el gobierno debe prevenir y no apostar a tener un mayor número de contagios para entonces actuar. Además, siendo honestos, no contamos con las pruebas que nos permitan contabilizar y conocer realmente la realidad nacional.

Muchos afirman que no debemos alarmarnos, pues la probabilidad de morir es muy poca para la mayoría de la población. Coincido con lo primero, debemos conservar la calma, escuchar a la ciencia, a las instituciones globales que nos informan sobre medidas de sanidad para cuidarnos y cuidar a los otros. Sin embargo, no concuerdo con lo segundo.

El Covid-19 tiene un vector de contagio entre 1.5 y 2.5, lo cual indica que su propagación es geométrica: 1-2-4-8-16-32-64-128-256, y todo indica que se contagia durante las dos semanas de incubación, es decir, incluso antes de tener síntomas. El auténtico problema es que muy probablemente aumente de manera considerable el número casos y esto sí puede colapsar el sistema de salud en México.

Sabemos que el sistema de salud en nuestro país, aún antes de la pandemia, se veía rebasado, sin suficiente cobertura, personal, equipo y medicamento, largos tiempos de espera para una consulta y ahora parece que no queremos imaginar cómo podrían saturarse los hospitales si el coronavirus sigue propagándose en México. Las personas que tengan otro tipo de enfermedad, que necesiten acudir a un hospital por un accidente o las personas que padecen enfermedades crónicas tendrán que esperar aún más tiempo o sufrir la reprogramación de cirugías como ya se ha anunciado.

Las consecuencias sociales y económicas serán complejas durante algunos meses, pero lograremos recuperarnos. ¿Cómo? Tomando la experiencia de los países que ya vivieron esta etapa de la pandemia e implementando las medidas que han funcionado.

Ayer la Cámara de Diputados aprobó un mecanismo para disponer de un fondo de emergencia, en caso de ser necesario, como una forma de atender la actual pandemia. Es difícil que este mecanismo cuente con recursos para el año 2020 ya que se financiaría con lo que represente el balance primario positivo, pero también faculta al Ejecutivo a proponer montos adicionales de financiamiento hasta por 180 mil millones de pesos (probablemente deuda). Una pregunta importante es cómo serían utilizados estos recursos.

La principal prioridad debe ser atender la salud de la población, revisar que se cuente con todos los insumos y se tomen las decisiones que ha recomendado la OMS.

Es necesario que el Gobierno de México y los legisladores protejamos a la población, en especial a la más vulnerable: Francia suspendió pagos de alquiler, luz, agua e impuestos. España destinó 200 mil millones de euros a apoyar a las empresas, hipotecas y garantizar servicios. Italia aprobó 25 mil millones de euros y prohibió despidos por 2 meses. Sí, en México ya ha anunciado el Ejecutivo que se adelantarán 4 meses de pensión a adultos mayores, pero no es suficiente. Esta pandemia afecta más a los mayores de 60 años y a quienes tienen una enfermedad crónica, pero cualquier problema de salud afecta más a las familias más pobres.

Es indispensable que asumamos nuestra responsabilidad: Debemos definir prioridades. La agenda debe enfocarse a los cambios legales y presupuestales que permitan al gobierno actuar contra el coronavirus e implementar un plan económico que cuide nuestra salud y nuestros empleos. Como ciudadanos también está en nosotros: tomar acción un día antes puede representar cientos de vidas salvadas.


Diputada federal

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