Pau Gasol

, pivote de los Lakers de Los Ángeles de 2008 a 2014, no pudo acompañar a Kobe Bryant en su despedida del equipo angelino y del basquetbol el 13 de abril de 2016. Sin embargo, su ausencia le dio la oportunidad de escribirle una carta anticipada de adiós a su hermano mayor —como lo consideró en su propio texto—, misma que dio varias vueltas al mundo antes de irse el 26 de enero pasado al espacio, a los confines del universo, con Bryant .

Por algo pasan las cosas. Por algo, su corazón le pidió al español de 2.14 metros de estatura migrar a otro equipo. Por algo le resultó imposible acudir al homenaje de su gran amigo. Por algo le escribió esas palabras llenas de sentido y sentimientos. Tal vez, fue para que pudiera llevárselas en el corazón, pues de otro modo, si se hubiera quedado en Los Ángeles , si hubiera asistido a la despedida, quizá nunca se las habría dicho. La vida es casi tan incomprensible como la muerte.

“Si tú juegas con él, ves cada día una prueba viviente de por qué los grandes son grandes. No es un accidente. Es una obsesión por alcanzar ese nivel y mantenerse ahí. La dedicación, el compromiso, es algo único en ellos. No lo encuentras fácilmente. Él me inspiró para ser mejor”.

Hay dos aspectos que, a mi parecer, hacen realmente mágica a una persona y la llevan a trascender como a Kobe : El primero lo tenemos todos, nacimos con él y es el elemento que sirve para hechizar a cualquiera. Se trata de la unicidad; es decir, aquello que nos vuelve únicos aun entre millones de personas en el planeta. Son nuestros talentos, o el don de ser distintos.

El segundo es una práctica diaria y se llama disciplina, esa que conlleva precisamente la dedicación y el compromiso que refiere Pau en su carta. Es la parte más difícil de la fórmula, la que separa a la mayoría de sus sueños y de hacer realidad su historia, porque sólo quienes ejercitan sus habilidades y su genio adquieren el poder para encantar y sobresalir.

Se trata de ser diferente, en cualquier ámbito: Lennon , Allan Poe , Dalí , Messi , Beethoven , Haile Gebrselassie, Cantinflas, la película “Parásitos”, Einstein, el mismo Bryant o, incluso el domingo, el quarterback de Kansas City , Mahomes , a quien Sir Paul McCartney miraba sorprendido desde su palco escabullirse con su muy particular estilo. Sí, estamos acá para ser distintos.

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