Me costó trabajo escribir el título de este artículo. Procuro cuidar el lenguaje cuando me dirijo al público, tanto en mis clases, como en las audiencias judiciales y en mis colaboraciones periodísticas, como en las entrevistas que me hacen. Ahora, le llamé así a esta colaboración porque el presidente López Obrador, tácitamente me autorizó a hacerlo. Y lo digo porque en su gira por Sonora, el pasado viernes, en la pequeña población de Etchojoa, textualmente: “mandó al carajo” a quienes critican la contratación de los quinientos médicos cubanos.

Antes de reflexionar en torno a esa expresión, referiré alguna información sobre ese pueblo, que con seguridad es desconocida por muchos compatriotas. Su nombre proviene del idioma mayo “etcho jówwa”, que significa "casa de cactus". Se encuentra al sur del Estado de Sonora en el Valle del Mayo y es la cabecera del Municipio del mismo nombre. Según el Censo de Población y Vivienda realizado en 2020 tenía menos de 1000 habitantes. Se fundó en 1613 por el misionero jesuita Pedro Méndez.

Pero volviendo a la, para mí en su forma y fondo, desafortunada, preocupante y grave expresión presidencial. Considero desacertado que quien es nuestro Presidente insulte a quienes critican acciones de su gobierno.

Los críticos, podrán estar equivocados o acertados en sus afirmaciones, pero nunca deben ser merecedores del insulto por quien ejerce el poder. Al leer esa afirmación, recordé la anécdota en la que se refería que cuando Porfirio Díaz preguntaba la hora, le respondían: “la que usted diga Señor Presidente”

Los últimos días, como también sucedió en los primeros de esta administración, hemos estado contemplando la defensa a las decisiones de Palacio Nacional por su autor, como también ataques a diversas instituciones por las que se advierte no tiene simpatía López Obrador.

Fue así como recientemente miramos los ataques a la Universidad Nacional Autónoma de México, por la apreciación y decisión palaciega, que no había colaborado eficientemente durante la pandemia. Expresión totalmente equivocada y mentirosa; tuvo que aparecer un desplegado de la propia Universidad haciendo algunas puntualizaciones. Desplegado, de esa manera lo califico, tibio y más que cuidadoso, quizá para no motivar, como podría ser que, como respuesta, a la mañana siguiente, mandara “al carajo” a la más importante Universidad del país de la que es egresado.

Se ataca a la Universidad y universitarios destacados prefieren guardar silencio. Hay egresados de ella que colaboran tanto en el gabinete como en el servicio exterior, que nada dicen, es entendible, temen que los manden “al carajo”

Es una afirmación violenta y muy mexicana, ojalá no se dé el caso, que le sea dicha a nuestro Presidente ante su reiterada solicitud de que a la reunión de países americanos asistieran Cuba, Venezuela y Nicaragua.

Si Biden la dice, no será solo un insulto que reprobaré porque le falta al respeto a mi Presidente, sino que también sus efectos los podremos padecer a nivel nacional; no puede negarse ni el poderío americano, ni nuestra dependencia comercial.

Ha habido otras discrepancias con los Estados Unidos. Pero nunca Adolfo López Mateos, cuando votó en contra de la expulsión de Cuba de la OEA, a pesar de que Kennedy le pidió telefónicamente no lo hiciera; ni Luis Echeverría cuando votó en favor de la inclusión de China en la ONU, a pesar de que Nixon le rogó no lo hiciera, amenazaron siquiera con hacer públicas esas conversaciones. No podemos dejarlo de reconocer, eran unos estadistas.

Profesor Facultad de Derecho, UNAM

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