La importancia de la educación radica en que es un instrumento que transforma vidas.

Lo dice la UNESCO, el organismo de la ONU que tiene como objetivo impulsar la educación en el mundo. Y agrega: “Es un derecho humano para todos, a lo largo de toda la vida… y debe ir acompañado de la calidad”.

México no ha destacado por contar con un sistema educativo de calidad. Cada administración federal ha impuesto su visión de enseñanza sin poner en marcha una política educativa de largo plazo. Las implicaciones que ello ha tenido se reflejan en la situación general de la enseñanza en el país.

Gilberto Guevara Niebla ha sido un analista del fenómeno educativo de los gobiernos de las últimas décadas. Su obra bibliográfica de cuenta de ello. Con más de medio sexenio avanzado, cuenta con elementos para realizar un balance del tema educativo en este gobierno, y su conclusión no es satisfactoria.

Para el exsubsecretario de Educación Básica de esta administración, el panorama actual de la educación en el país es “desastroso” como consecuencia de los castigos presupuestales que se han presentado en la educación indígena (la escuela de los más pobres), en la educación para las personas discapacitadas, así como en la educación inicial, la media superior y la superior.

Además de esos problemas, también identifica la ausencia de personal académico de tiempo completo, los bajos aprendizajes y la deserción, en aumento por la pandemia, estimada entre 20% y 25%.

Ve preocupantes los ataques y señalamientos contra el CIDE y la UNAM, y asegura que el gobierno federal solo ha tomado dos decisiones educativas en más de tres años: 1) dedicar más del 70% del presupuesto educativo a becas, y 2) la creación de las Universidades para el Bienestar Benito Juárez. A estas últimas las describe como una farsa.

Su diagnóstico es el de una persona que ha estado toda su vida adentrada en el tema, que participó en este gobierno (en la Secretaría de Educación Pública) y que ahora lanza una advertencia sobre lo que está ocurriendo y descomponiendo al sector educativo.

Hay que escuchar y poner atención a sus palabras porque él lo ha vivido por dentro y ha atestiguado cómo las malas decisiones están degradando la educación en México.

En el combate a la pobreza, la educación debería ser tan importante como los apoyos económicos. La combinación de ambos podría cortar de tajo con rezagos ancestrales en centenas de comunidades del país.

Un alto en el camino para evaluar el sistema educativo se vuelve más que urgente.