En diciembre del año pasado, la ONU, a través de su división de estudios de crimen y drogas, publicó el Estudio Global de Homicidios 2023 (con información compilada hasta 2021). Este es un esfuerzo por revelar y profundizar en los hechos detrás de la violencia, para tratar de identificar tendencias notables para implementar políticas y buscar soluciones.
¿Y por qué dedicar una columna a este estudio? Considero que es importante hacer una comparación de México con el mundo y no solo hacer de tripas corazón. Entender en dónde estamos para poder dilucidar con mayor claridad hacia dónde nos dirigimos en términos de violencia criminal.
Para empezar, lo que el reporte indica es que 2021 fue un año altamente letal con un estimado de 458,000 homicidios intencionales, lo cual nos brinda un promedio de una muerte cada 52 minutos. De estas, el 81% fueron hombres y el restante 19% mujeres.
En México acontecieron 35,700 homicidios equivalentes al 13% del total mundial. Trece de cada 100 asesinatos en el mundo sucedieron en nuestro país, y nuestro promedio fue de un homicidio cada 15 minutos, lo que significa que estamos muy por debajo del promedio mundial (52 minutos) y ubicados en el fondo de la tabla.
África es el continente con mayor cantidad de asesinatos (174,000), seguido del continente americano (154,000), Asia (109,000), Europa (17,000) y Oceanía (1,000). Estos números reflejan cantidades absolutas que no tienen que ver con la densidad poblacional.
Ahora, en términos relativos, para poder comparar peras con peras, el promedio mundial fue de 5.8 homicidios intencionales por cada 100,000 habitantes. En el continente americano fue de 15 y en nuestro país de 28, solamente rebasados por Honduras y Jamaica con 38.
Resulta de sumo interés leer que, mientras que la mayoría de los hombres pierden la vida por temas relacionados al crimen organizado o al crimen callejero (como pudiera ser en un asalto aleatorio), las mujeres son más propensas a morir, precisamente, por ser mujeres y son aniquiladas mayormente en casa a manos de gente de su primer círculo.
Otro punto que llama la atención fue el de las edades de las víctimas. En nuestro continente, entre los hombres, al igual que las mujeres, el grupo mayoritario fue de 15 a 29 años. Es muy triste leer que la violencia criminal y la violencia pasional impidan que adolescentes y jóvenes lleguen a viejos, ya sea como víctimas, pero también como transgresores.
El estudio contiene mucha información y por cuestiones de espacio, paso a brindarles algunas de sus conclusiones:
- Los homicidios causan más muertes violentas que los conflictos armados.
- Los grupos delictivos (desde las pandillas hasta los grandes cárteles) tienen impactos repentinos y agudos en el número de homicidios intencionales.
- Los asesinatos deliberados de defensores de los derechos humanos y del medio ambiente, líderes comunitarios, periodistas y trabajadores humanitarios, constituye al menos el 9% de los homicidios mundiales.
- Las mujeres siguen corriendo el mayor riesgo de sufrir violencia mortal en el hogar.
- El continente americano presenta un mayor riesgo de violencia criminal per cápita que cualquier otra región.
No puedo dejar de mencionar que para determinar adecuadamente el daño que produce un asesinato no se debe pensar solamente en quién perdió la vida (víctima en 1er grado), debemos añadir toda la pérdida alrededor de su muerte y a todos(as) aquellos afectados por la misma (víctimas en 2do grado). Un homicidio puede causar impacto directo en docenas de personas a su alrededor; familia, vecinos, amigos, compañeros de trabajo o escuela, etc.
Para finalizar, sumando los sexenios de Calderón, Peña Nieto y López Obrador se acumulan alrededor de 458,000 homicidios al día de hoy. Curiosa y coincidentemente, la misma cantidad de aquellos que acontecieron en 2021 en todo el planeta.
Una última reflexión: Millones de seres humanos afectados profundamente y todo acaba reflejado en una gráfica, una tabla con porcentajes o una clasificación de mayor o menor cantidad de muertos…no deja de impresionarme.
No en vano Joseph Stalin dijo alguna vez: "Un muerto es una tragedia, un millón de muertos es una estadística".
POSTDATA – Se cumplieron cuatro años de haber decretado en México la emergencia sanitaria provocada por Covid-19. Cientos de miles de mexicanos(as) perdieron la vida ante la pandemia. En teoría, el próximo mes de abril, un grupo multidisciplinario conformado por investigadores y académicos (Comisión Independiente de Investigación sobre la pandemia de Covid-19 en México) dará a conocer un diagnóstico integral sobre las acciones llevadas a cabo durante la emergencia sanitaria. Se debe aprender de las lecciones y que estas sirvan para entender lo que nuestro país debería asumir de ahora en adelante ante este tipo de fenómenos.
Me pregunto si este diagnóstico hará que rueden, como mínimo, cabezas en el sector salud... lo dudo mucho.
Consultor en seguridad y manejo de crisis
@CarlosSeoaneN