“No olvides jamás que bastará una crisis política, económica o religiosa para que los derechos de las mujeres vuelvan a ser cuestionados. Esos derechos nunca se dan por adquiridos, debes permanecer vigilante durante toda tu vida", advirtió la intelectual francesa Simone de Beauvoir. A su profunda reflexión habría que agregar, a la luz de lo vivido este último año, una crisis sanitaria.

Como todos los aspectos de la vida humana actual, el Día Internacional de la Mujer 2021 quedó marcado por la pandemia. En una fecha que invita a la reflexión, tenemos que reconocer que los insuficientes pero esperanzadores avances en materia de equidad de género y defensa de los derechos de la mujer están siendo amenazados por la pandemia y las respuestas gubernamentales a esta. Indudablemente, las repercusiones de la crisis sanitaria y económica afectan de manera desproporcionada la vida de las mujeres en el mundo. Menciono aquí algunos de los aspectos más preocupantes.

Las mujeres son el primer frente de batalla contra el coronavirus. De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud más del 70% de los trabajadores de la salud a nivel global son mujeres, lo cual las pone en mayor riesgo de exposición a la enfermedad. Llama la atención el caso de Etiopia, donde se decidió conformar un “batallón” de 40,000 mujeres, auxiliares de la salud, para que se dediquen específicamente a detener la propagación del virus en todo el país.

El acceso de las niñas a la educación, uno de los pasos más importantes para lograr la equidad entre hombres y mujeres, se ha visto interrumpido. De acuerdo a la UNESCO, 11 millones de niñas podrían no regresar a la escuela después de la pandemia, la organización alerta que además de los perversos efectos económicos esta interrupción de la educación expone a las niñas a un mayor riesgo de violencia doméstica y de matrimonios y embarazos precoces.

Las mujeres están más expuestas a perder su empleo a causa de la crisis actual. De acuerdo a un estudio de McKinsey, a pesar de que las mujeres solamente ocupan 39% de los empleos formales a nivel global, tienen un riesgo 1.8 veces más alto que los hombres de perder su trabajo durante la pandemia. En el caso de Canadá, las estadísticas oficiales publicadas esta semana, evidencian que entre la pérdida de empleos por la pandemia, en el principal grupo de edad de la población económicamente activa, de 25 a 54 años, la tasa de pérdida de empleo de las mujeres ha sido el doble que la de los varones.

Con la crisis por coronavirus, la pobreza también está aumentando considerablemente más entre las mujeres que entre los hombres, lo cual ensanchará la brecha económica ya existente. De acuerdo a un estudio del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, a pesar de que se preveía que la pobreza entre mujeres disminuiría 2.7% entre 2019 y 2021, las proyecciones indican que dada la pandemia no habrá una disminución sino por el contrario un aumento de 9.1%.

Dolorosamente, el pandemonio también ha traído consigo un incremento en el número de violaciones, violencia intrafamiliar y embarazos en adolescentes. De acuerdo a un documento de la Secretaría de Salud de Kenia, tan solo en Nairobi, cerca de 5,000 niñas quedaron embarazadas durante el mes de marzo 2020, de entre ellas 500 tenían entre 10 y 14 años de edad.

Por si fuera poco, la violencia doméstica ha aumentado en los últimos meses, mientras que el confinamiento ha complicado que las mujeres puedan huir de sus agresores, algunos gobiernos han omitido la atención al tema. En Túnez, un país donde en años recientes se han logrado históricos avances legislativos para alcanzar la equidad de género y la disminución de la violencia contra las mujeres, a lo largo de la pandemia las 126 unidades especiales del gobierno para luchar contra la violencia de género han sido cerradas o su personal disminuido.

Con el impacto de la pandemia la situación se ha tornado aún más crítica para las mujeres en países, que como el nuestro, tenían un enorme rezago en la atención y defensa de sus derechos. En México, de acuerdo a datos oficiales, dos de cada tres empleos perdidos durante la pandemia eran realizados por mujeres. A lo largo del año pasado las denuncias de violación aumentaron 15% y las de violencia intrafamiliar 5%. Alarmantemente, 3,723 mujeres fueron asesinadas durante 2020. En medio de esta angustiante situación, el gobierno construyó una valla alrededor de Palacio Nacional en vísperas de las marchas por el Día Internacional de la Mujer. Ante el golpe bajo, las mujeres dieron una respuesta de altura, convirtiendo el muro en un pizarrón en el cual se plasmaron los nombres de mujeres asesinadas en nuestro país y proyectando en la fachada de Palacio Nacional consignas como “México feminicida”.

Históricamente el debate público en tiempos de crisis tiende a reducir la visibilidad de las mujeres, así como su participación en los procesos de toma de decisiones. Pero en 2021 las mujeres mexicanas hemos roto esa inercia, nos hemos hecho visibles y nos hemos colocado al centro del debate. Haciendo eco de los males que aquejan a las mujeres en todos los rincones del planeta, las mujeres en México alzamos nuestra voz y en la multiplicidad de luchas que integran al feminismo nos expresamos con el objetivo claro de despertar consciencias y llamar a la acción. Las proyecciones en Palacio Nacional son un reflejo de que la luz de las mujeres pone en evidencia la opacidad del gobierno y del enquistado patriarcado mexicano.

@B_Estefan

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