En México, tenemos un mal hábito: centramos la discusión sobre el delito en el Ministerio Público. Ponemos el acento en las denuncias formales y cómo evolucionan en el tiempo. Pero eso es ver solo la punta del iceberg: el número de delitos que se comete cada año es inmensamente mayor al que se denuncia.

Por fortuna, tenemos en México un instrumento para medir el glaciar que se esconde bajo el agua. Todos los años, el Inegi hace un estudio conocido como la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción de la Seguridad Pública (Envipe), en la cual se le pregunta a la población sobre su experiencia con el delito.

Ayer, se dio a conocer la edición 2020 de la Envipe. Los resultados son, como cada año, muy interesantes:

1. La Envipe 2020 es un poco inusual debido a la pandemia. Habitualmente, el levantamiento en campo se realiza entre marzo y abril. Pero, debido a la emergencia sanitaria, se realizó en esta ocasión en dos periodos distintos (del 17 al 31 de marzo y del 27 de julio al 4 de septiembre). Esto tiene implicaciones en los resultados, tal como lo señala el propio Inegi: genera una probable subestimación tanto en el número de víctimas como de delitos, ya que se le pide a la gente que recuerde eventos de 2019 y la memoria se vuelve menos fiel conforme pasa el tiempo.

2. Ese efecto explica, al menos parcialmente, el resultado principal de la encuesta: una caída significativa en la tasa de victimización, de 28,269 a 24,849 víctimas por 100 mil habitantes. En términos relativos, este es el mejor resultado desde 2011. O lo sería, si no fuera por el problema de comparabilidad descrito en el punto anterior. Y no está de más recordar que, de cualquier modo, esa tasa implica que al menos 22 millones de mexicanos mayores de 18 años fueron víctimas de algún delito en 2019.

3. El número de delitos también disminuyó con respecto al año previo (por razones similares al del número de víctimas). Pero el monto global sigue siendo pasmoso: según la encuesta, se habrían cometido 30.3 millones de delitos en México durante 2019, catorce veces más que los denunciados.

4. La llamada cifra negra (el porcentaje de delitos no denunciados) disminuyó ligeramente con respecto a la edición previa de la Envipe, al pasar de 93.2 a 92.4%. Ese porcentaje general esconde diferencias importantes entre delitos: en el caso de la extorsión, por ejemplo, la cifra negra fue de 97.1%, mientras que en robo total de vehículo, el porcentaje de delitos no denunciados fue de 39%.

5. El miedo al delito sigue siendo una constante en nuestra vida cotidiana. Casi ocho de cada diez mexicanos mayores de 18 años (78.6%) afirmaron sentirse inseguros en su entidad federativa en 2020. El porcentaje es muy similar al de 2019 (78.9%). Y las cinco entidades donde la población se siente más insegura son (en orden descendente) el Estado de México, Guerrero, Puebla, Morelos y Veracruz.

6. La confianza en las autoridades y la percepción sobre su desempeño no cambia mayormente con respecto a años previos. La Marina y el Ejército siguen siendo las instituciones mejor evaluadas del país. La Guardia Nacional hace su primera aparición en la Envipe, con niveles de aprobación similares a los de las Fuerzas Armadas. Sin embargo, es de destacar que su nivel de identificación es aún bajo: solo la ubica 54% de la población.

7. Los costos del delito siguen siendo enormes para las familias mexicanas. De acuerdo a este estudio, estos alcanzaron una cifra de 282 mil millones de pesos en 2019, equivalente a 1.53% del PIB. De ese total, 94 mil millones fue gasto en medidas preventivas.

En resumen, hay aquí mucha tela de dónde cortar y menos mejoría de lo que uno quisiera.

Twitter: @ahope71

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