Hace cuarenta años, el mítico cineasta Alan Parker (Pink Floyd: The Wall, Evita) dirigió el primer gran éxito de su carrera: Fame. Con guión de Christopher Gore (quien nunca escribió otra cosa más que historias derivadas de esta cinta), este musical narra las historias de varios adolescentes que estudiaban en la New York High School for Performing Arts, todos con el deseo de volverse grandes artistas y alcanzar fama.

A pesar de las canciones y los números musicales, Fame era una cinta agridulce, “una oda al fracaso”, porque a pesar de que el título insinúa cierta frivolidad, el camino hacia la fama no será inmediato ni fácil para estos jóvenes que además provienen de realidades diversas.

El éxito de la cinta derivó en múltiples “copias”, empezando por una serie de televisión del mismo nombre y de otra película que recupera el ADN de Fame para llevarlo a la estratósfera: Flashdance (Lyne, 1983).

La ola expansiva que estas dos cintas esparcieron en la cultura popular alcanza incluso a nuestros días, y un ejemplo de ello es la saga Step Up.

En 2006 la bailarina y coreógrafa Ann Fletcher estrena su ópera prima, Step Up, un drama adolescente donde Tyler (Channing Tatum en la película que lo lanzaría a la fama) es condenado a hacer trabajo comunitario por algún crimen menor. Tyler es enviado como encargado de limpieza a la Escuela de Artes de Maryland. Es ahí donde conoce a Nora (Jenna Dewan), una talentosa bailarina que descubre que Tyler tiene talento y lo invita a entrar a la escuela, estudiar y eventualmente ser compañeros.

Se trata de una clásica telenovela adolescente con mucho drama y romance. La crítica odió la película pero el público la convirtió en un éxito de taquilla: con un presupuesto original de $12 MDD, la cinta recaudó $114.2 MDD

Capitalismo manda, a partir de este éxito surgieron varias películas, una más mala que la otra. Hasta la quinta vuelta fue que desistieron de seguir explotando esa vaca. Pero el que las películas fueran en decadencia no quiere decir que no haya público para este tipo de historias de adolescentes persiguiendo una carrera artística para volverse famosos.

En 2018 estrenó Step Up: Highwater, con la misma lógica solo que esta vez la escuela en cuestión es la High Water Performing Arts School en Atlanta. Aunque la serie tuvo buena recepción entre los fans de la saga, Highwater fue oficialmente cancelada en 2019. La razón principal de esto es que la serie pertenecía a la hoy desaparecida plataforma Youtube RED.

Aquel intento de Youtube en convertirse plataforma de series dejó muchos títulos a la deriva, como por ejemplo Cobra Kai, rescatada por Netflix y la propia Step Up que fue rescatada para una tercera temporada (ya al aire) en la plataforma Lionsgate Plus (antes Starz).

Pero la resurrección de la serie sucede no sin algunos problemas. El británico Petrice Jones, que interpretaba a Tal, no pudo regresar para esta nueva temporada por temas de agenda. Su reemplazo es el actor australiano Keiynan Lonsdale. Tras el fallecimiento de Naya Rivera antes del inicio del rodaje de la tercera temporada, el papel de Collette Jones fue igualmente reconstruido y asignado ahora a Christina Milana. De hecho, el primer capítulo de la primera temporada está dedicado a Naya Rivera.

En este reinicio de la serie vemos cómo Sage Odom -la superestrella fundadora de Highwater- enfrenta cargos criminales por un homicidio que él niega haber cometido. El momento es trágico porque la noticia se da a conocer mientras la superestrella actuaba en el escenario, lo cual provoca una iracunda respuesta hacia el público que en vivo graba con sus celulares la forma en que Odom pierde la cabeza.

Esta tercera temporada de Step Up tiene todo lo que se puede esperar de un producto de esta saga: mucho drama, algo de humor, sexo (cosa que la plataforma no tiene miedo en mostrar, qué bueno) y por supuesto muchas secuencias de baile, ¡vaya!, que para eso venimos aquí.

Los fans de la saga, que estaban tristes por la muerte de esta serie seguro cambiará su semblante a pesar incluso de los cambios ya mencionados. Consciente del tiempo que ha pasado entre la segunda y esta tercera temporadas, el guión recurre a un nuevo personaje, Angel (Rebbi Rose), quien quiere entrar a como dé lugar a Highwater sin saber todo lo que se enfrentará.

La tercera temporada de Step Up cumple dentro de su propia fórmula. La diferencia frente a las anteriores versiones, es que obviamente aquí hay mayor diversidad, siendo la comunidad afroamericana la que domina en esta historia, tal y como sucede hoy en día en la industria musical.

Entren por el drama pero quédense por el baile. Rebbi Rose es un auténtico espectáculo bailando, y el público de inmediato empatiza con ella y la historia de su personaje.

. Su socia en los negocios y en el amor, Collette Jones, lucha por mantener su imperio y hacer giras mientras lucha al mismo tiempo por salirse de su papel de mujer detrás del hombre. Atrapados en la vorágine están los jóvenes artistas talentosos que han preparado y asesorado en la música y la danza: Rigo, Poppy, Tal, Davis, Odalie y el misterioso recién llegado Ángel, quienes descubren que vivir su sueño es más complicado y emocionante que alguna vez pensaron.

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