A medida que se aproxima el cierre de este sexenio de regeneración nacional, las escenas de violencia se vuelven cada vez más surrealistas, y en mi perspectiva objetiva, no percibo rastros evidentes de regeneración social o política. Hace apenas unos días, la impactante imagen de una niña baleada y tendida en el pavimento de una carretera en el estado de Morelos generó, como es de suponer, una profunda consternación en gran parte de la sociedad mexicana. Hago énfasis en "gran parte", consciente de que hay quienes optan por callar y desviar la mirada ante la cruda realidad del país. Me pesa admitir que a muchos de los actores políticos hoy en el poder y sus seguidores la historia no les pasará factura.
La tragedia tuvo lugar en Yautepec, y según la información actualizada, la niña afectada viajaba con su padre, madre y hermana. El conductor, más tarde identificado como David Casanova Ortega, formaba parte de un grupo delictivo en la zona oriental de Morelos. Como padre de familia, lamento sinceramente que esta niña haya experimentado un momento tan traumático, el cual será difícil de superar.
Hace algunos días, durante la ratificación de la candidatura de Claudia Sheinbaum por parte del partido Morena para competir por la presidencia de México, la escena mostraba a Cuauhtémoc Blanco a sus espaldas, figura polémica que no tiene parangón porque en su estado los niveles de violencia están en aumento.
Desde la asunción de Cuauhtémoc Blanco a la gobernatura de Morelos, el estado ha experimentado una marcada decadencia en cuanto a seguridad. No son secretos sus vínculos con el crimen organizado y será llamado a rendir cuentas, falta ver el escenario donde ocurrirá esto. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Seguridad Urbana (ENSU) correspondiente al cuarto trimestre de 2023, Cuernavaca, Morelos, se encuentra en la sexta posición a nivel nacional con uno de los índices más altos de percepción de inseguridad entre su población, alcanzando un 85.7%. Este dato refleja un aumento significativo de casi 9 puntos negativos, ya que en la tercera encuesta el índice se ubicaba en el 76.8%. Adicionalmente, se destaca que el 57.4% de la población de Cuernavaca que ha tenido contacto con las autoridades de seguridad pública ha experimentado actos de corrupción, según los resultados de la ENSU 2023.
Por otra parte, la incidencia delictiva del 2022 vs. 2023, penúltimo año de gobierno de Cuauhtémoc Blanco, muestra un panorama nada afortunado: los delitos totales aumentaron un 9.63% de 42,285 paso a 46,356; las víctimas de homicidio doloso incrementaron un 26.32% de 1,174 paso a 1,483; los feminicidios crecieron 37.5% de 32 paso a 44; el secuestro aumento un 26.08% de 23 paso a 29; las extorsiones se elevaron un 60.54% de 147 paso a 236; el narcomenudeo que se mide a la inversa, se redujo un 18.65%, este indicador mide la actividad policial en el combate a la venta de drogas, a mayor decomiso mayor eficiencia.
Así pues, desde la perspectiva ciudadana, resulta alarmante que el gobierno federal respalde y defienda el ejercicio del poder de un individuo como Cuauhtémoc Blanco, cuya gestión en los últimos cinco años lamentablemente ha consolidado cifras impactantes. Con un total de 5,764 víctimas de homicidio doloso en ese periodo, se registra un promedio mensual de 96 casos, junto con 173 feminicidios, promediando tres por mes. Asimismo, se reportan 203 secuestros, con un promedio mensual de tres, y 76,680 robos en diversas modalidades, con un promedio mensual de 1,278. Adicionalmente, se evidencian 853 extorsiones, con una media de 14 por mes.
La ciudadanía de Morelos [de todo México] tiene razones legítimas para expresar su preocupación ante estos indicadores, pero también posee la facultad de ejercer un voto de castigo hacia Morena por sus decisiones lamentables en la designación de figuras novatas e ignorantes como Cuauhtémoc Blanco. Personaje que se suma a la lista de modelos, deportistas, influencers, y otros arlequines que difícilmente superarían un examen básico de conocimientos, y que ocupan roles de importancia, respaldados por millones de mexicanos en las urnas. Es hora de poner fin a las ridiculeces y rechazar un sexenio más de muerte y terror, respaldado por Morena.