Más Información
Segob recibirá a comisionados del INAI el próximo miércoles; "el objetivo es intercambiar puntos de vista", dicen
Detienen a 46 personas y aseguran más de 300 armas en operativos tras 35 días de violencia en Sinaloa
Fiscalía de Estados Unidos solicita atrasar un día la audiencia de "El Mayo" Zambada en NY; cita "razones logísticas"
Cancún, QR.— Entre trabajos inconclusos y bajo un fuerte dispositivo de seguridad, el presidente Andrés Manuel López Obrador inauguró ayer el primer tramo del Tren Maya, considerada como la obra de mayor magnitud de su gobierno y que fue comparada por los constructores con la llegada del hombre a la Luna.
En punto de las 10:20 horas, en la estación San Francisco, en la capital campechana y tras su conferencia mañanera, el Mandatario federal abordó el convoy ferroviario (Jaguar rodante) donde ya lo esperaban familiares, gobernadores, empresarios y funcionarios de su gabinete.
En el primer vagón, reservado para el Ejecutivo e invitados especiales recorrió el tramo Campeche-Cancún de 473 kilómetros en seis horas y media, a una velocidad de entre 110 y 120 kilómetros.
En el trayecto se pudieron observar diversas obras inconclusas del proyecto ferroviario, como estaciones, puentes y pasos de fauna parcialmente construidos.
En el exclusivo primer convoy, el Mandatario estuvo acompañado por sus hijos Andrés Manuel y Gonzalo, así como por el general Luis Cresencio Sandoval, titular de la Defensa Nacional; los empresarios Carlos Slim, de Grupo Carso; Francisco Cervantes presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE); Miguel Chávez, de Grupo Vidanta, entre otros.
Atrás de ellos se encontraban las gobernadoras de Campeche, Layda Sansores y Quintana Roo, Mara Lezama; así como los mandatarios de Oaxaca, Salomón Jara; Veracruz, Cuitláhuac García; Tabasco, Carlos Merino, y Yucatán, Mauricio Vila (PAN), además de funcionarios de su gabinete.
Seguridad
En el convoy inaugural, un grupo de elementos de la Guardia Nacional (GN) vigilaron permanentemente el recorrido. Por aire, un helicóptero seguía al tren, mientras que por tierra, camionetas con elementos armados de la misma corporación vigilaron el paso del llamado jaguar rodante.
Antes, en la conferencia mañanera, Óscar David Lozano Águila, director general del Tren Maya, informó que para garantizar la seguridad del funcionamiento del tren se contará con 2 mil 800 elementos de la Guardia Nacional, apoyados con drones, cámaras de seguridad, radio patrullas y cinco helicópteros Agusta.
Detalló que se tendrán destacamentos a lo largo de la obra, patrullaje a lo largo de la vía y dentro de los trenes.
“¡Detengan su reloj!”
Maité Ramos, directora de Alstom, la empresa constructora de los trenes, pidió frente al presidente López Obrador detener el reloj para guardar el momento de la inauguración de esta obra y lo comparó con la llegada del hombre a la Luna.
“Cuando el hombre llegó a la Luna, la mayoría de los comentaristas de radio y televisión dijeron casi al mismo tiempo ‘detengan su reloj’, con la idea de que ese momento se guardara para siempre en la historia. Yo me atrevería a decir lo mismo del día de hoy, 15 de diciembre de 2023: detengan su reloj y guarden esa fecha para siempre”.
“¡Claro que le falta!”
A las 13:34 horas, de manera sorpresiva, el presidente López Obrador visitó el último vagón del Jaguar rodante, en donde se encontraba la prensa. Visiblemente contento, reconoció que “le falta” al Tren Maya, pero aseguró que son “obras que llevan tiempo”.
“Sí le falta ¡Claro que sí! Es un poco lo que sucedió cuando del AIFA decía que no se paraban ni las moscas, que espantaban, que sólo había la señora de las tlayudas, pues ya el AIFA es el aeropuerto que más carga transporta en todo el país y ya tiene mucha actividad. Pero son obras que llevan tiempo”.
Presumiendo el boleto de acceso con su nombre impreso, López Obrador afirmó que el Tren Maya se desarrollará como todo en la vida: “poco a poco: gateamos, caminamos, nos caemos, nos volvemos a parar hasta que empezamos a correr. ¿Por qué estamos empezando desde ahora o estamos echando a andar la operación? (porque) se hace camino al andar”.
A las 17:50 horas (hora local), tras casi seis horas y media de trayecto, el convoy del Tren Maya llegó a la estación de Cancún, Quintana Roo, su última parada, y al descender el presidente López Obrador se le vio esbozar una sonrisa de satisfacción, pero tuvo que caminar en una estación inconclusa, en la que destacan columnas de cementos no terminadas, escaleras eléctricas sin operar y media decena de lonas que buscan tapar la obra negra.