Con la frase que la llevó a viralizarse: “Mi sangre no es mi condena, mi condena es mi ignorancia”, Georgie ayuda a otras personas de la comunidad LGBTTTIQ+ seropositivas a sentirse bien con ellas mismas. Sin proponérselo, la drag queen originaria de Monterrey se convirtió en una activista digital que a través de publicaciones e historias de Instagram demuestra a otros que el virus del VIH no es un estigma.

“Soy lo que quiero ser. Soy un hada etérea. Soy una persona libre, con eso quiero explicarte que cada quien puede ser lo que quiera ser, expresando su sexualidad y su orientación de género sin miedo”, dice a EL UNIVERSAL.

Georgie salió tres veces del clóset: la primera, con su familia tras revelarles que no era heterosexual, lo que afectó profundamente su relación, pues formaban parte de la Iglesia del Opus Dei.

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“Fue durísimo, pero con el tiempo aprendieron a asimilarlo y ahora me llevo muy bien con ellos. Aunque te confieso que me sentiría mil veces mejor si me hubieran aceptado desde el inicio”, señala Georgie.

La segunda, con sus amigos y conocidos cercanos, de quienes recibió burlas y malos tratos.

“Me inventaron todo tipo de chismes para discriminarme, afortunadamente hubo quien me apoyó, eso me hizo sentir mejor”, relata.

En la tercera, reveló en un reality show, que se transmite por YouTube, que su estado es seropositivo indetectable.

La valiente acción de Georgie fue aplaudida y reconocida por la comunidad LGBTTTIQ+, ya que es un tema del que se habla poco frente a audiencias tan amplias.

“Fue como volver a salir del clóset, porque muy poca gente lo sabía y reconocí el impacto de mis palabras hasta que me di cuenta de que miles me escribieron mensajes contándome sus historias”, recuerda.

Nunca se imaginó que su impacto en este programa de streaming traspasaría los temas de moda y belleza en los que ella se destaca.

Sus vivencias relatadas a través de Instagram, con un lenguaje digerible para todas las edades, abonaron a que recibiera un reconocimiento por parte del Senado de la República.

El premio a líderes que generan un impacto positivo a través de las redes sociales se otorga con el propósito de dar un mayor escaparate al mensaje de la igualdad.

Asimismo, se visibiliza a aliados que reflejan la diversidad de preferencias dando un mensaje de cero tolerancia a cualquier tipo de discriminación.

Los más de 150 mil seguidores de Georgie fueron el motivo para que el presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) del Senado de la República, Ricardo Monreal Ávila, le entregara esta presea.

La reina asegura que no se lo esperaba, pues aún le cuesta reconocer cómo es que vivir su vida normal impacta en la de quienes le envían enormes textos contándole que todavía no salen del clóset o que son positivos a VIH.

“Me escriben de muchas partes del país. Yo veo que son más jóvenes que yo y me es imposible contestarle a todos, pero con quienes puedo, hago lo posible para que sepan que no están solos, que hay un mundo fuera del estigma”, enfatiza.

Georgie asegura que aún no se siente lista para el activismo, ya que no considera tener la preparación que se requiere, pero el deseo que tiene de retribuir a su audiencia la motivó a prepararse.

“A mí me hubiera gustado verme representada cuando estaba conociéndome como Georgie, eso es lo que quiero hacer ahora, porque sé que mucho público menor de edad me mira”.

Hoy, libre de estigmas, entre muñecas y alas de hada, la concursante de La Más Draga sonríe al reflejar en el espejo sus enormes ojos pintados de rosa.