El diálogo con los estudiantes del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Azcapotzalco se dio de manera “respetuosa y directa” entre el rector Enrique Graue y cerca de 500 jóvenes que asistieron al encuentro, dijo la UNAM.

La institución señaló que hubo infiltrados que gritaron al rector, reconoció que, “ a las puertas del plantel se topó con algunos gritos e intentos de provocación que, junto con el grupo de reporteros que bloqueaban la puerta, impidieron que el rector atendiera a los periodistas”.

Así como el acercamiento de la madre y el padre de Luis Roberto Malagón de Gaona, un estudiante que falleció en la UNAM, “en un caso judicialmente aún no resuelto”.

“Por su parte, la asamblea estudiantil reconoció la presencia del Rector y sus respuestas puntuales a cada una de sus demandas, así como lamento que se hayan infiltrado algunos provocadores al plantel”, señala la institución.

“Dicen, textualmente: 'recalcamos que se desconoce a los agresores como parte de la comunidad, y que cada proceder del movimiento se da en un marco pacífico, ordenado y en pro de la comunidad’”.

De acuerdo con la información que dio a conocer a través de su portal UNAM Global, la institución dijo que la reunión de los estudiantes con el rector terminó con un “¡Goya!” y que Graue aceptó “la totalidad” de las demandas, contenidas en un pliego petitorio de nueve puntos.

Entre las demandas destacan la participación de toda la comunidad estudiantil, no intervenir en las expresiones político-culturales, así como la correcta asignación de docentes a cada asignatura acorde a los grupos existentes en ambos turnos.

“Ante cerca de 500 estudiantes y en un entorno de diálogo abierto, directo y siempre respetuoso, el Rector Graue aceptó cada uno de los 9 planteamientos presentados por la asamblea. Incluso, les compartió sus correos electrónicos para atender personalmente los reclamos de los jóvenes ante posibles represalias de alguna autoridad. Durante el encuentro con los universitarios –a quienes felicitó por su comportamiento ejemplar–, la única interrupción fueron los ladridos de “Goyo/petardo”, un perro de la calle que fue adoptado por los estudiantes al inicio de su plantón. El diálogo, de poco más de una hora, concluyó con espontáneo y unánime Goya”, dijo la institución.

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