Los intereses legislativos han provocado que la calidad de las leyes en México haya decrecido , dijo el Ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), José Ramón Cossío .

Así lo aseguró durante la Conferencia Magistral que dictó en el Primer Congreso Internacional de Derecho “José Ramón Cossío Díaz”, organizado por el Colegio de Abogados de León, Guanajuato.

“Me parece que no hay que ser muy sabio para darse cuenta que la calidad de las leyes del país ha decrecido , me parece que hay una manera o diversas maneras en la que la producción de leyes y de normas está atrapada por una diversidad de intereses, este es un tema delicado, pero me parece que también lo podemos percibir”, dijo el ministro.

Comentó que sí el orden jurídico no está alineado con la Constitución se produce diferenciación o fragmentación, que impiden la generación de una política general, de una acción general del Estado, debido a la pérdida de la calidad legislativa.

“Cosas que deberían estar bien reguladas, no están bien reguladas; cosas que debían estar previstas, no están previstas; cosas que no debieron haberse previsto, se prevén, y consecuentemente se generan una serie de espacios que, para ser muy cuidadoso, por el cargo que ocupo, simplemente diré que se generan espacios de anomia o espacios de impunidad o espacios de corrupción, desde los propios órganos del Estado que están produciendo las propias normas jurídicas”, comentó.

Además, identificó un problema del constitucionalismo, que no tiene que ver con la Constitución ni con su operación, sino con la forma en que “baja la Constitución” hacia el orden jurídico.

Otro es la capacidad de quienes están en los cargos públicos para operar las normas jurídicas creadas, lo que consideró uno de los temas de la reforma penal, ya que quienes tenían que haber aprendido a hacer cosas para poder satisfacer las reformas no saben hacer aquello que la reforma les indicaba que tienen que hacer.

Aunque el ministro dijo que no se refería a los jueces, sino a otro tipo de servidores públicos que no tienen la manera de ordenar su conducta para alcanzar determinados fines, porque nadie les enseñó lo que tenía que ser.

“A un policía hay que enseñarle que tiene que llegar a una escena del crimen, hay que enseñarle a que tiene que mantener la cadena de custodia, porque es muy difícil que una persona con el sueldo que tiene y la educación que tiene, simple y sencillamente porque entró en vigor un nuevo código o unos nuevos preceptos constitucionales, sepa y adquiera por algún fenómeno mágico una capacidad para hacer cosas”, precisó.

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