El Informe sobre la Evolución de la Pobreza 2010-2016 del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) es razonablemente preciso, confiable, viable y “revela logros, pero no para ser triunfalistas”, afirmó el doctor Enrique Hernández Laos, profesor-investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

El académico del Departamento de Economía de la Unidad Iztapalapa de la UAM refirió que en su lucha por “combatir la pobreza, el gobierno requiere no sólo de programas sociales, sino de crecimiento económico, creación de empleos formales y aumento en los salarios reales promedio de la población, de lo contrario será muy difícil eliminarla en menos de 25 o 30 años”.

Los resultados de la encuesta muestran que durante el periodo 2010-2016 el combate contra ese problema registró mayor impacto en el caso de la pobreza extrema, respecto de la moderada debido a que la primera es atacada mediante transferencias públicas y la segunda con la creación de empleos y los aumentos salariales en términos reales.

Las transferencias sociales del gobierno federal fueron importantes, pero también resultó significativa la aportación por el incremento de las remesas del exterior, las cuales se distribuyen ampliamente en toda la población rural del país, haciendo decrecer la pobreza extrema.

Al combatirla los sujetos en esta condición pasaron al rubro de los pobres moderados, lo cual “no es un gran éxito, pero representa un paso sustancial, además de que alrededor de 5 millones de personas pasaron al rubro de los individuos sin carencias”.

En estos términos, si se toma en cuenta que la población en el año 2010 era de alrededor de 110 millones de personas, entonces, uno de cada 20 mexicanos dejó de ser pobre, puntualizó el docente del posgrado en Estudios Sociales, línea de Economía Social.

Las tendencias sobre el seguimiento de la magnitud de la pobreza en México exponen que entre 2010 y 2016 se redujo en 2.5%, pero en términos absolutos aumentaron en 100 mil. “El dato no es una contradicción, porque entre esos años aumentó la población y aunque disminuyó el porcentaje incrementó la cantidad”.

La situación de individuos en pobreza extrema se redujo en 3.7% y decreció en absolutos, en 3 millones 600 mil, mientras la moderada aumentó 1.1% y el número de personas en 2 millones 200 mil, en general ambas decrecieron en porcentaje, pero se incrementó en 100 mil personas en términos absolutos.

El doctor Hernández Laos aseguró que si se analizan los rubros de carencias, se aprecia que hubo aumentos de sujetos con acceso a servicios sociales y educativos.

El número de personas en términos absolutos que redujo su rezago educativo fue de 2 millones 300 mil y en servicios de salud, de acuerdo con los programas institucionales, 14.4 millones, incluidos los adscritos al Seguro Popular.

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