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Luis Alberto López López reconoció que Manuel Barreiro Castañeda, empresario queretano, le ordenó firmar algunos documentos sin saber que con ello se convertiría en el representante legal de Manhattan Master Plan Development, empresa que compró una nave industrial propiedad del candidato presidencial Ricardo Anaya.

La Procuraduría General de la República (PGR) se desistió de la investigación contra López López, chofer de Barreiro, por la acusación en su contra de operaciones con recursos de procedencia ilícita a cambio de la entrega de la nave industrial objeto del delito que fue adquirida por 54 millones de pesos.

El predio ubicado en el lote 82 del régimen de propiedad en condominio denominado Parque Tecnológico Innovación Querétaro, en La Machorra, ahora forma parte de los bienes del Estado mexicano.

Una juez de control en Querétaro aprobó el acuerdo reparatorio entre PGR y López luego de considerar que aportó datos a la investigación, que aún sigue abierta contra Barreiro y otros colaboradores, y determinó que su responsabilidad en el delito fue mínima o inexistente.

Luego de la audiencia que culminó con la exoneración del chofer de Barreiro, el abogado Patricio Kegel Jacob afirmó que las firmas de su cliente aparecen en los documentos de constitución de la empresa Manhattan Master Plan porque prácticamente lo hizo como un favor para su empleador, pero ni siquiera sabía qué estaba firmando.

“Mi cliente sí accedió a firmar ciertos documentos, pero fue como un favor personal para su jefe, quien le instruyó y le dijo: ‘Oye, necesito que me firmes unos documentos’; él accedió en este caso a ser su prestanombres.

“Mi cliente en ningún momento dado pagó o pudo haber adquirido la empresa Manhattan, que es la empresa por la cual se adquirió una bodega; asimismo, nunca celebró una compraventa ni con la empresa denominada Juniserra ni tampoco con el señor Donino Martínez Diez (suegro de Ricardo Anaya), ya que a mi cliente únicamente lo que hacían era ponerle los documentos y firmarlos sin saber qué era lo que estaba firmando”, detalló.

Agregó que por las firmas, con las que se realizó la simulación para constituir Manhattan Master Plan, no recibió retribución alguna.

El pasado 18 de septiembre, EL UNIVERSAL publicó que la empresa que compró una nave industrial a Ricardo Anaya, y a su familia política, tenía como domicilio original un terreno baldío.

El Gran Diario de México posee copia del acta constitutiva de Manhattan Master en la que aparecen sus dos principales socios, Luis Alberto López López y María Amada Ramírez, quienes no tenían un perfil empresarial para adquirir un inmueble de esas cantidades.

Esta casa editorial informó el 23 de febrero que Daniel “N”, uno de los dueños de la sociedad Tesorem, empresa que habría triangulado los 54 millones de pesos para adquirir la nave industrial, reveló a la PGR en su declaración ministerial cómo se alteraron los documentos de la fundación de la empresa Manhattan Master Plan Development para cambiar al dueño, debido al bajo perfil que tenían los primeros propietarios, que eran prestanombres.

De acuerdo con la declaración del imputado ante la PGR que se hizo el 29 de enero en la CDMX y de la cual EL UNIVERSAL posee una copia, Daniel “N”, relata que la empresa Manhattan Master Plan Development, solamente fue constituida por el empresario queretano Manuel Barreiro “de forma premeditada” con el objetivo de hacerle llegar los recursos al ahora candidato presidencial, pero todo tenía que tener “una apariencia de legal y real”.

El 14 de marzo se dio a conocer que el notario público de Zapopan, Jalisco, Salvador Cosío, quien presuntamente firmó copias certificadas de la cesión de derechos para cambiar a los dueños de la empresa, interpuso una demanda por la falsificación de dichos documentos.

De acuerdo con el periódico español El País, Salvador Cosío compareció la semana pasada ante la PGR y negó que haya firmado esos documentos, dijo que no conoce a la persona de la empresa Manhattan que presuntamente le solicitó la cesión de derechos ni a los abogados de la compañía. “No se trata de mi firma”, afirmó Cosío, por lo que inició una querella por falsificación.

El País dio a conocer que Humberto Hernández, esposo de María Amada Ramírez, la otra accionista original de Manhattan, aseguró ante la PGR que nunca tuvieron constancia de la existencia de la compañía. Hernández declaró que se habían enterado por los medios de comunicación, por lo que asegura que todos los documentos con la firma de su mujer “son falsos”.

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