Fundado en 1888, el Financial Times es uno de los periódicos más importantes del planeta, con amplísima cobertura internacional gracias a la calidad de sus corresponsales, editores y correctores de estilo. El periodista Lionel Barber se convirtió en editor del diario en 2005 pero se retiró este año. Barber habla inglés, francés y alemán. Este domingo publicó un adelanto de sus diarios, que aparecerán como libro. Refiere anécdotas interesantísimas.

En su primera entrevista oficial como editor del FT con el primer ministro Anthony Blair, éste quiso empezar el intercambio generando una falsa familiaridad y exigiendo al periodista “llámame Tony.” Barber respondió “prefiero llamarlo primer ministro.” Hay que cuidar el profesionalismo y la independencia respecto al poder, reflexiona Barber. Blair, molesto, le insiste a Barber “llámame Tony… nos conocemos hace tiempo.” Pese a ello, Barber se sostiene en llamarle primer ministro. Disgustado, Blair pregunta “¿qué cambios planeas hacerle a la línea editorial del FT?”. La respuesta cordial y sonriente de Barber “no es asunto suyo, señor primer ministro.”

En su entrevista con Ángela Merkel, después de la crisis financiera de 2008, Barber reconoce que lo impresionó su conocimiento integral de la economía mundial y su crítica del modelo financiero del mundo de habla inglesa. Merkel proponía una mejor regulación inspirada en la economía social de mercado al estilo alemán. Al concluir la entrevista, Barber le pidió un comentario simpático y una fotografía atractiva para los lectores británicos. “No tengo nada qué añadir”, responde Merkel molesta. Barber aprendió a descartar la frivolidad en el trato con estadistas.

En 2009, Barber entrevistó a Wen Jiabao, primer ministro chino. El premier chino de aquel entonces citó la Teoría de los sentimientos morales de Adam Smith y versos de la milenaria tradición poética china. Wen Jiabao responsabilizó a Estados Unidos de la crisis financiera de 2008 y comparó el gobierno estadounidense con Zhue Bajie, un personaje de una fábula china del siglo XVI que siempre culpa a otros de sus problemas. El personaje tiene la peculiaridad de transformarse en cerdo a lo largo de la fábula. Cuando Barber regresa a las oficinas del periódico, la embajada china ha llamado varias veces para amenazar al diario y exigirle que no publique nada relacionado con el cerdo. Barber no se dejó intimidar y publicó la referencia a Zhue Bajie…

En su columna, el analista Gil Gamés reseñó inteligentemente una conversación de los caricaturistas Fisgón, Helguera, Hernández y el periodista Pedro Miguel publicada por El País. Hablan de su relación personal con el presidente de México. El mismo dilema de Lionel Barber con el primer ministro Blair. Helguera exclama “Hoy en día nos dicen: No, ustedes son oficialistas. A ver, sí pendejo, de un gobierno que es antineoliberal. ¿Pues qué esperaban? ¿Qué coño esperaban? Todos mis monos son antineoliberales Si me dicen a mí monero oficialista, ¿sabes qué? A mucha honra y encantado de la etiqueta. Me la pongo aquí. Pero oficialista de este gobierno, no del PRI o del PAN, no jodas.” El Fisgón declara “con Andrés me pasa con mucha frecuencia que no estoy de acuerdo con cosas que dice. Pero ahora mi reflejo es preguntarme: ‘¿qué es lo que no estoy entendiendo?’ Y sí, me doy cuenta de que con mucha frecuencia a la larga él tiene razón…”Ya sabemos, como México no hay dos, la prensa internacional es malvada, neoliberal y todo ese cuento, pero podríamos estudiar el modelo de independencia de los medios internacionales respecto al poderoso. A lo mejor vale la pena estar en condiciones de afirmar “no es asunto suyo, señor primer ministro.”

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