Si alguien ha probado la amargura del sistema de justicia mexicano es Irinea Buendía. Desde 2010 esta mujer del Estado de México emprendió el camino para que se castigue al presunto responsable del asesinato de su hija, Mariana Lima Buendía.

El caso se ha vuelto emblemático para el país, porque fue el primero en ser revisado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), organismo que determinó que todas las muertes violentas de mujeres deben investigarse con perspectiva de género y determinar si fue un feminicidio.

Los años no han sido fáciles para Irinea. En 2010, las autoridades mexiquenses investigaron el asesinato de Mariana Lima como suicidio e incluso dieron por cerrada la indagatoria. La SCJN intervino: en 2015 ordenó reabrir el expediente para sentar un precedente histórico.

“No sé por qué las autoridades le dan prioridad a los asesinos, parece que se preocupan más por ellos que por las víctimas. Necesitamos mejores investigaciones, que los ministerios públicos no estigmaticen a las mujeres y desechen este tipo de casos”, señala Irinea en entrevista con EL UNIVERSAL.

La madre de Mariana Lima, joven que habría sido asesinada por su pareja, Julio César Ballinas, un policía de investigación del Estado de México, asegura que su juicio se encuentra en la recta final y espera obtener una sentencia condenatoria contra el presunto feminicida, aunque también relata los obstáculos que ha enfrentado.

“Como no se recogieron pruebas de la escena del crimen, no había elementos para comprobar que fue un feminicidio. Tuvo que rehacerse toda la investigación y varios procesos se repitieron”, explica.

Considera que desde que el máximo tribunal emitió la sentencia por el caso de su hija, el Ministerio Público no sumó la perspectiva de género a las pesquisas.

Irinea señala esto tras haber acompañado varios casos de feminicidio a partir de lo que sufrió, convirtiéndose así en activista y defensora de los derechos humanos.

“Necesitamos sentencias que sienten precedentes y ayuden a acabar con la impunidad. El caso de Lesvy [Berlín] fue muy importante en ese sentido, pero hay otros casos de feminicidio, llevan más pesquisas que la de mi hija y no hay ninguna resolución”, lamenta.

Además de padecer los retrasos en la investigación del caso de Mariana, otra hija de Irinea, Guadalupe Michel, recientemente fue víctima de un atentado en la alcaldía Iztapalapa de la Ciudad de México. Un par de sujetos dispararon contra ella desde una motocicleta.

El Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio fue la organización que alertó sobre esta situación y por la cual debieron reforzarse las medidas de seguridad a Guadalupe Michel, testigo clave en el juicio contra Julio César Ballinas.

“Ya estamos cansadas, lo único que queremos es justicia”, dice Irinea, y denuncia que no importa el reconocimiento que ha ganado el caso de su hija, pues la impunidad sigue presente.

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