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Para conmemorar los 55 años de la matanza del 2 de octubre de 1968, se realizó la tradicional marcha estudiantil que partió alrededor de las 16:00 horas de la plaza de las Tres Culturas y concluyó en la plancha del Zócalo capitalino, con la demanda principal: “No a la militarización”.
Los manifestantes llevaron consigo una lona con la leyenda “No al poder militar: Organicemos el poder popular”, que fue colocada en el Zócalo sobre el piso, a un costado del templete, así como una cartulina blanca con la leyenda “1968” y adornada con pétalos de rosa, donde arremetieron contra el Ejército.
Sobre el templete instalado en el Zócalo, Clemente Rodríguez, padre de Cristian Alonso Rodríguez Telumbre, uno de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa, dijo que el Ejército históricamente ha participado en los hechos más sangrientos, por ejemplo, en contra del maestro rural Lucio Cabañas, asesinado en un enfrentamiento con tropas en El Otatal, Guerrero, el 2 de diciembre de 1974.
“Los militares son los mismos que asesinaron a los estudiantes del 68… igual los estudiantes de Ayotzinapa, son los militares que participaron. Por eso, los padres recientemente hicimos un plantón frente del Campo Militar 1-A donde les exigimos que entreguen todos los archivos relacionados al caso”, manifestó Rodríguez ante cientos de estudiantes de la UNAM, UAM, IPN, sindicatos y asociaciones civiles.
Agregó que lamentan el posicionamiento del gobierno federal, al decir que no debe nada y que los militares entregaron todos los archivos del caso a los investigadores, lo que es, dijo, una farsa y una mentira, porque no es cierto.
El líder del movimiento estudiantil de 1968, Félix Hernández Gamundi, señaló que es muy larga la historia de los agravios, “y así llegamos al 26 de septiembre de 2014, con la agresión contra los jóvenes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos“.
“El 68 y todos estos crímenes son una herida en el corazón y conciencia de los mexicanos, porque aún el día de hoy permanecen impunes y esa impunidad ha llevado por una ruta al país que permanece al día de hoy, en la cual vamos enfrentando cada vez nuevos retos para ejercer nuestra libertad y nuestros derechos”, refirió.
Hernández Gamundi advirtió que, de no resolverse esta impunidad, la violencia continuará, pues no es posible solucionar los problemas de la corrupción que corroe la vida nacional, sin poner un límite a ese problema.
En su discurso, llamó a los asistentes a no caer en actos de provocación, luego de que un grupo de jóvenes con los rostros cubiertos de negro lanzaron bombas molotov e intentaron derribar las vallas que rodean Palacio Nacional.
Esto ocasionó que elementos de la policía capitalina se agruparan en la esquina de la Plaza de la Constitución y Corregidora, y lanzaran gas pimienta, por lo que algunas personas resultaron con irritación en ojos y garganta.
Los ejes de la marcha conmemorativa demandaron la desmilitarización del país, alto a los megaproyectos que devastan el territorio y a la persecución de los defensores del medio ambiente y el territorio, entre otros.