En sólo dos meses Israel ha logrado vacunar contra el a 4 millones de ciudadanos a partir de una enérgica intervención del Ministerio de Salud, la aplicación de la ley a fin de que cada ciudadano cuente con seguro médico y con la protección de adultos mayores que se encuentran en asilos, dice Chaim Rafalowski, coordinador del Magen David Adom (similar de la Cruz Roja) en entrevista con EL UNIVERSAL.

Cuenta que recientemente el equipo de salud israelí dialogó con el gobierno mexicano para intercambiar experiencias sobre el trato a la población geriátrica. En Israel, los adultos mayores que se hallan en asilos ya están vacunados, lo mismo que personas vulnerables.

¿Cómo van con la vacunación en Israel?

—Es importante recordar que el tamaño físico y de población es sumamente importante, somos 9.3 millones de habitantes en total y, de ellos, sólo 6 millones van a poder ser vacunados, ya que tenemos más o menos 600 mil personas recuperadas del coronavirus y casi 3 millones de niños.

Nos deja un total de 6 millones que se pueden vacunar. Hasta el momento se han vacunado 4.1 millones de habitantes.

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De ellos, 2.4 millones han recibido la segunda vacuna y han pasado siete días, quiere decir que tenemos ya a 2.5 millones de personas que ya están protegidas y tenemos un total de 2.8 millones de habitantes que ya recibieron la segunda dosis, lo que quiere decir que estamos cerca de tener a 50% de las personas que son elegibles a ser inmunizadas.

¿Israel puede tener inmunidad de rebaño?

—Eso no va a pasar. Y no va a pasar por temas de una matemática simple. Según la OMS para llegar a inmunidad de rebaño se necesita que 75% de las población total del país esté vacunada o recuperada.

Tendríamos que tener 6.65 millones de habitantes que están vacunados o recuperados. Tenemos 600 mil recuperados, pero vamos a tener que vacunar a cada uno de los 6 millones restantes y no vamos a llegar al 100%, por eso, mientras no se vacunen los niños, no vamos a llegar a la inmunidad de rebaño.

¿En cuánto tiempo han logrado esto?

—En dos meses

¿Cómo ha sido la logística para lograr la aplicación?

—[Hay] tres factores importantes en este tema. El primero, que nuestro Ministerio de Salud salió de su rol habitual de gestor, de coordinador, a un rol de manejar la operación. El ministerio es el que compra las vacunas, las jeringas, las agujas, es el que está distribuyendo las dosis, el que está dando la cantidad de vacunas a cada uno de los entes que están vacunando y monitorea cuántas dosis se están poniendo a nivel país y dónde. 

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El segundo, que como israelíes tenemos un seguro médico obligatorio: cada uno de nosotros está afiliado a una de las cuatro aseguradoras médicas y por ley uno tiene que estar afiliado a este seguro, quiere decir que tenemos cuatro compañías que tienen acceso a 100% del público, tienen ficha médica y, lo más importante, están acostumbradas a poner vacunas. Ellas ponen 95% de las inoculaciones.

Tercero, que el Magen David Adom, como sistema prehospitalario nacional, recibió una función importante, que es la móvil. Se entendió en la primera y segunda ola de [Covid] que los más vulnerables eran las personas que vivían en los hogares para personas mayores y con discapacidad, obviamente no queríamos sacar a esas personas de los hogares para vacunarlas. Lo que se hizo es que el Magen David Adom recibió la función de tomar un puesto móvil y llegar a estos hogares, vacunarlos. La semana pasada ya terminamos de vacunar a los hogares del país con la segunda dosis.

Esta semana pasamos los siete días, 95% de la población más vulnerable del país ya está protegida. Ahora se está expandiendo esta actitud móvil a las comunidades que tienen una dificultad en el acceso a los centros de vacunación. Hay personas que por razones económicas, culturales, no van a llegar a los centros, y nosotros llegamos a ellos.

Ahora se está vacunando en las empresas, en los lugares de trabajo, porque entendemos que la gente es cómoda, que no va a la vacuna, no hay problema, nosotros vamos a los lugares que tienen más de 100 empleados y están dispuesto a inmunizarse.

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¿Cuál ha sido la efectividad que han notado en las dosis?

—Lo que hemos visto de forma impresionante es la reducción en la enfermedad grave en las personas mayores, que son los primeros que fueron vacunados; si en la primera ola veíamos a pacientes de más de 80 años [como casos] agudos y críticos, ahora son la menor cantidad. La vacuna es muy eficiente y da los resultados que se esperaban.

¿Cuándo prevén cerrar este ciclo de vacunación?

—Hay que entender que no se va a cerrar, especialmente porque no estamos vacunando menores de 16 años. Eso quiere decir que por el momento, cada mes o cada tres meses vamos a tener jóvenes que cumplieron 16 y [deberemos] vacunarlos, vamos a mantener esa actividad. Se cree que en septiembre se comenzarán a vacunar a niños de seis y más, tenemos que estar preparados para la gran campaña de vacunación de niños y siempre está esa amenaza,que por las variantes [del coronavirus] vamos a tener que revacunar 

¿Han detectado casos de personas inmunizadas con las dos dosis que se hayan contagiado?

—Sí, eso es algo que hay que entender, lo que Pfizer prometió es que la vacuna va a evitar una enfermedad grave, la vacuna no necesariamente evita el contagio. Hemos visto que personas ya vacunadas han sido contagiadas, muy pocas. Hablamos de dos a seis personas, 0.06% de casos que han desarrollado enfermedad aguda después de haber sido protegidos.

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¿Cómo convencieron a la población de la vacuna?

—La infodemia está acá como en cualquier otro lugar del mundo. Yo diría que diferentes grupos requieren diferentes tácticas. Todos hablan con nosotros sobre asuntos religiosos y eso es lo más fácil del mundo, porque en los grupos religiosos uno habla con el líder religioso, logra convencerlo de que la vacuna es una cosa importante, que es segura, [ y entonces] los que lo siguen se van a vacunar.

¿Cuál es el mayor reto?

—Enfrentar la infodemia y convencer a las personas, especialmente a los jóvenes, porque la generación joven tiene actitud de cuestionar qué beneficios le trae la vacunación.