En uno de los municipios mexiquenses con mayor percepción de inseguridad surgió , centro cultural que se debe a una iniciativa ciudadana para acercar a los habitantes de San Agustín, Ecatepec, a la cultura y la educación.

Este espacio fue durante casi 20 años una sucursal de Bancomer, por eso los encargados del lugar decidieron conservar el nombre y darle un sentido distinto. Cuando la institución bancaria decidió cerrar esa oficina fue abandonada, sin ningún tipo de vigilancia.

Así, a la deriva, algunas personas comenzaron a vandalizar el lugar, destrozaron sus antiguas paredes de vidrio, realizaron pintas y unas más lo convirtieron en un desagradable basurero.

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Ante el deterioro, los vecinos decidieron unirse para restaurar el lugar, retiraron los vidrios rotos, desalojaron casi siete camiones de basura, limpiaron los pisos, pintaron las paredes, y acondicionaron el lugar con el único objetivo de beneficiar a la comunidad.

Después del esfuerzo y con sus propios recursos, habitantes de colonias aledañas se sumaron a la iniciativa y comenzaron a impartir charlas y talleres abiertos.

Siete años de transformación

Después de casi siete años, ahora el BANCO se compone de murales, plantas, instrumentos musicales, esculturas y pinturas que han sido construidas colectivamente por todos los que forman parte de este centro cultural.

La zona de Ecatepec ocupa el noveno lugar entre los municipios con mayor violencia feminicida a nivel nacional, por lo que el centro cultural organiza encuentros de mujeres, clases de defensa personal y actividades con perspectiva de género.

“Las mujeres son las que más participan en el espacio; sabiendo las necesidades y violencia que hay en el país y en ese municipio en especial, es un espacio para encontrarnos y fortalecernos entre nosotras”, comentó Jacqueline, una de las organizadoras del espacio cultural.

En un municipio donde los habitantes se ven obligados a trasladarse a la Ciudad de México para tener acceso a la cultura, el Barrio con Arte Nuestra Cultura Organizada ofrece alternativas que permiten el desarrollo de diferentes ideas para los habitantes de San Agustín.

“No hay como mucha economía para que la gente pueda asistir a talleres de altos costos y este espacio lo que trata es de que la población, sin importar su economía, pueda tener acceso a estas actividades”, señaló Jacqueline. “Estamos olvidados y por eso hay tanta violencia, estos espacios dan otras alternativas, otras formas de pensar y esto te hace reflexionar e intentar cambiarlo”, agregó Israel, también organizador del centro cultural.

Opción para todos

Niños, jóvenes, adultos mayores y mujeres de todas las edades llegan a todas horas y se reúnen en el recinto para compartir algunas de las actividades recreativas que se imparten, como yoga, danza azteca, exposiciones de arte, danza africana, artes plásticas, corte y confección, herbolaria o sólo visitar el huerto en la azotea.

El BANCO comparte sus instalaciones en beneficio a la sociedad; por ejemplo, para las jornadas de esterilización y vacunación de animales de compañía, como perros y gatos. “Las esterilizaciones han sido muy importantes en el espacio, ya llevamos 40 y en cada una se apuntan 50 perros”, indicó Israel.

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