Cada día arrecian las protestas de periodistas por la falta de acción del gobierno federal para frenar los a lo largo del país.

Ante este fenómeno, que ya da la vuelta al mundo por su magnitud y su impunidad, una de las dependencias federales que debe atender el tema no solo ha realizado un trabajo deficiente , sino que muy poco se conoce de los esfuerzos que se supone debe realizar para prevenir más casos de agresiones y asesinatos de periodistas .

Nos hacen ver que alguien debiera pedir a Enrique Irazoque , titular del Mecanismo de Protección a Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, que rindiera cuentas de su trabajo.

Los datos públicos dan cuenta de un funcionamiento muy pobre de este mecanismo pues de los 59 periodistas asesinados en lo que va de este sexenio, nueve estaban incorporados a este esquema de protección.

Además, hay dudas sobre la eficacia en el manejo de los recursos de dicha dependencia y si la protección que destina a algunas personas corresponde con el riesgo real que corren, o con su alineación con el actual gobierno.

Se impone, nos hacen ver, que con urgencia el mecanismo sea evaluado, su operación se transparentada y que se hagan los ajustes necesarios.

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