Esta mañana, el presidente reconoció que el gobierno de Panamá no aceptó el nombramiento del como embajador de México en ese país. Y acto seguido movió sus fichas.

Dijo que la ministra de Relaciones Exteriores de Panamá, Erika Mouynes , le envió una carta en donde le solicita que no envíe la solicitud de beneplácito para que Salmerón sea el nuevo embajador porque “estaban en desacuerdo en el ITAM ”, en clara referencia a las acusaciones de acoso que pesan sobre Salmerón.

López Obrador insinuó incluso que puede que el presidente panameño, Laurentino Cortizo , no estuviera enterado de los actos de su canciller y calificó el lenguaje de la misiva como de la época de la santa inquisición .

Diplomáticos de amplia trayectoria nos hacen ver que, ante un diferendo de este tipo, que si no se maneja bien puede escalar, la práctica normal es que sea enviado un embajador de carrera , es decir, un diplomático con experiencia. Sin embargo, la ficha que el Presidente movió dista de tener ese perfil.

Tras las críticas a Panamá por no aceptar a Salmerón, anunció que ahora será propuesta , senadora suplente de Morena conocida por su activismo en múltiples frentes.

Habrá que ver cómo reciben la noticia en Centroamérica, sobre la descalificación a la canciller Mouynes, y también sobre la nueva enviada del gobierno de la autollamada Cuarta Transformación. ¿El conflicto empeorará antes de mejorar?

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