El multimillonario Elon Musk anunció el martes su decisión de posponer la controvertida verificación de usuarios en mediante un sistema de pago hasta el próximo 29 de noviembre, tras haberla lanzado y posteriormente haber dado marcha atrás.

“Tendremos el relanzamiento de la Verificación Azul el 29 de noviembre para asegurarnos de que sea lo más sólido”, indicó Musk en su cuenta en la red social.

Esa fue la respuesta al caos que generó la decisión de Musk de cobrar por la verificación y que desembocó en la proliferación de usuarios que se hacían pasar por personalidades o compañías.

La opción de pagar 8 dólares mensuales para tener acceso al símbolo de cuenta verificada, que hasta entonces había distinguido a perfiles relevantes cuya identidad estaba confirmada, disparó la confusión, facilitando que usuarios suplantaran a otros a modo de broma o con fines fraudulentos.

Compañías como Nintendo, la farmacéutica Eli Lilly o la propia Tesla que dirige Musk vieron cómo usuarios armados con la palomita azul de verificación se hacían pasar por ellas durante horas, hasta que sus cuentas eran suspendidas.

Ese era el menor de los problemas. De acuerdo con el diario The Washington Post, que mostró una revisión de los datos de Twitter compilados por un desarrollador de software, entre quienes se suscribieron a Blue Verified había usuarios que vendían contenido para adultos, como pornografía, así como especuladores con criptomonedas y promotores de la ultraderecha.

Unos 150 mil usuarios estaban suscritos a Twitter Blue -que incluye Blue Verified- cuando se pausó el servicio, dijo al Post una persona que está enterada de los asuntos internos de Twitter .

Mensajes de odio

Después de la suspensión, EFE Verifica identificó cuentas que mantienen el “tick” azul tras comprarlo recientemente y que publican mensajes de odio y desinformación.

Por ejemplo, un usuario con esa etiqueta que en su biografía de perfil aseguraba que “los medios te mienten” hizo circular una grabación manipulada de un mitin del expresidente Barack Obama (2009-2017) en el que supuestamente se coreaban cánticos contra el mandatario actual, Joe Biden.

De la misma forma, la cuenta “@who98408150” tenía el distintivo azul a pesar de que compartió desinformación sobre el reciente atentado terrorista en Turquía y no se presenta con un nombre real en la plataforma.

El medio estadounidense Media Matters identificó otras cuentas que obtuvieron recientemente el símbolo de verificación a pesar de que en el pasado fueron suspendidas en Twitter porque difundieron contenido extremo, incitación al odio e información errónea.

Así, la cuenta contra los derechos de las personas trans Gays Against Groomers fue suspendida al menos cuatro veces en el pasado, pero ahora ostenta el símbolo azul.

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Más trabajo para los verificadores de datos

Para Anjana Susarla, profesora en Inteligencia Artificial Responsable en la Universidad Estatal de Michigan, la nueva medida dificulta el trabajo de los verificadores porque ahora “no podrán establecer tan fácilmente qué fuentes son confiables” en la red social.

Coincide con en ese diagnóstico Giovanni Zagni, director de los medios de verificación italianos Pagella Politica y Facta News, miembros de la Red Internacional de Verificación (IFCN, por sus siglas en inglés) a la que también pertenece EFE Verifica.

Antes, cuando había un “aumento del nivel de ruido en las conversaciones en línea”, “el 'tick' azul solía ser un símbolo de credibilidad”, un perfil “en cuya opinión se podía confiar o tomar como la posición oficial de una figura pública, una empresa o una institución”, asegura Zagni.

Sin embargo, añade, esta enseña azul “ya no significa nada” y solo eleva la atención de cuentas “spam”, satíricas o imitadores, por lo que los usuarios ya “no tienen una forma práctica de saber si una fuente es confiable o no”.

Despidos agravan el problema

Después de que Musk publicara en su perfil de Twitter “el pájaro ha sido liberado”, varios directivos y personas a cargo de las funciones de seguridad de contenido e información de la plataforma han sido despedidos o han renunciado.

En América Latina, donde tradicionalmente la lucha contra la desinformación en español goza de menos atención y recursos por parte de las plataformas, también hubo marchas de responsables de análisis de contenidos, seguridad y confianza.

Esa falta de personal clave ha tenido consecuencias a la hora de verificar correctamente las cuentas de Twitter o controlar los contenidos falsos que se difunden.

Según sostiene Chakravorti a EFE Verifica, “no hay capital humano suficiente” para autentificar debidamente las cuentas con el “tick” azul y comprobar que aquellos perfiles que tienen la insignia son reales.

A su juicio, el despido o renuncia de las principales figuras de la moderación de contenidos, sumado a la falta de políticas sobre “qué contenido se queda y qué se elimina”, permitirá que la desinformación siga “prosperando”.

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Con información de EFE.

agv/mcc

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