Washington.— El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, elevó ayer el tono en su enfrentamiento con sectores del área del inteligencia y el FBI, por su rol en la investigación sobre la alegada colusión con Rusia durante la campaña de 2016.
El Departamento de Justicia de EU acordó investigar “cualquier irregularidad” en las tácticas del FBI para indagar a la campaña de 2016 del magnate, luego de que el mandatario preguntó si la agencia infiltró a un informante en su organización. El acuerdo se produjo durante una reunión que Trump tuvo con el fiscal general adjunto Rod Rosenstein y el director del FBI, Christopher Wray, dijo la portavoz Sarah Sanders.
El Departamento de Justicia (DOJ, por sus siglas en inglés) “pidió al inspector general que amplíe su investigación actual para incluir cualquier irregularidad con las tácticas del Buró Federal de Investigaciones o del Departamento de Justicia respecto a la campaña de Trump”, dijo Sanders en un comunicado.
La Casa Blanca organizará una reunión con el FBI, el Departamento de Justicia y la comunidad de inteligencia para permitir que los líderes del Congreso revisen la información clasificada relacionada con las acusaciones de Trump, explicó. El mandatario tuiteó ayer contra John Brennan, ex director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), al que responsabilizó por iniciar lo que denominó un “asesinato político” al lanzar las primeras sospechas del caso sobre Rusia. “Brennan está en pánico. Se ha deshonrado, al país y a toda la comunidad de inteligencia”, escribió el republicano.
El líder de los demócratas en el Senado, Chuck Schumer, calificó al plan para revisar información clasificada como altamente inapropiado y dijo que si tal reunión tiene lugar, debe incluir demócratas, no sólo republicanos, como un “freno a la tendencia inquietante de los aliados del presidente de distorsionar los hechos y socavar la investigación y las personas que la conducen”. Paradójicamente, Brennan había ayudado a conseguir en el Senado los votos para la confirmación de Gina Haspel, nominada por Trump para conducir la CIA y quien ayer fue investida. El magnate ensayó un gesto de deferencia hacia la CIA, al presentarse acompañado por el vicepresidente Mike Pence en la investidura de Haspel.
Haspel declaró: “Estoy apoyada en los hombros de heroínas que nunca buscaron el reconocimiento público, pero sirvieron como inspiración para quienes llegamos más tarde”. Señaló: “Sería descuidada si no mencionara ahora el enorme orgullo que siento de ser la primera mujer” a servir como directora de la CIA. Agencias