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ÁNGEL SANTAMARÍA SALAZAR
“No quiero volver a Jartum”. Tiene nueve años, una hermana de tres semanas que nació en medio del conflicto y le dice al corresponsal de CNN Larry Madowo, en Yeda, Arabia Saudita, que no desea regresar a Sudán. Madowo narra a EL UNIVERSAL vía Zoom el episodio.
El niño, de nombre Omar, es uno de los que ha logrado salir de Sudán, de un conflicto que es una “lucha de egos”, describe el presentador de African Voices Changemakers.
Madowo explica que “los 45 millones de personas [de la nación] están en medio de esta lucha de poder (...) y muchos no pueden abandonar [su país].
La gente que está siendo evacuada de Port Sudán a Yeda, Arabia Saudita, son sudaneses-americanos, británicos, australianos, suecos. La gente con un pasaporte no tiene opciones”, recuerda el periodista que estuvo en territorio saudita con los refugiados.
El ex corresponsal de la BBC describe que en Sudán hay “una lucha de poder entre los dos generales más poderosos”.
El país “tuvo un gobernante durante mucho tiempo (...) Omar Hasán Ahmad al Bashir. En abril de 2019 fue echado por un golpe de Estado” y después de otro (...) “dos generales removieron un gobierno civil y el país ha estado bajo control militar desde entonces”, recuerda Madowo.
Los generales enfrentados son Abdel Fattah al Burhan, del ejército, y Mohamed Hamdan Dagalo, de las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR); estas últimas tienen “100 mil soldados”, “son masivas”, califica el corresponsal de CNN con sede en Nairobi.
Señala que “en el centro del conflicto está quién será el líder de un ejército combinado (...) Uno de los puntos para volver a un gobierno civil es que el ejército y las FAR se transformen en un cuerpo”.
Madowo recuerda que "Sudán tiene la cifra más alta de intentos o golpes de Estado en África, desde su independencia.
La gente esperaba que hubiera una vía para una transición hacia un gobierno civil, pero en abril esta guerra irrumpe y hay muertos”, casi mil, y “miles han sido heridos y esto sigue”.
Madowo indica que “las personas intentan huir porque no son optimistas de que estos dos hombres acaben con el conflicto pronto (...) Los sudaneses buscaban la democracia por largo tiempo”.
Describe que esto “no es una guerra civil, esa es la tragedia aquí”. Y sin embargo, “millones de personas han estado bajo bombardeos, por mucho tiempo, muchos no tienen electricidad, agua, no saben si sus parientes o amigos están a salvo (...) Algunas veces los proyectiles acaban en sus casas. Los enfrentamientos se concentran cerca del cuartel militar de Sudán, aeropuertos (...) Todos han sido un objetivo: hombres, mujeres, niños, indiscriminadamente”, narra Madowo.
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Otro cese el fuego
Este lunes inició otro cese el fuego, que "podría [ayudar] a la gente a reconectar con su familia, porque han sido separados. Les permitiría conseguir comida, agua, medicinas. Ahorita la gente puede decidir si es seguro quedarse o irse”, porque “existe una posibilidad de que vuelvan los combates”, menciona Madowo.
Agrega que “otros cese el fuego fueron violados rápidamente”. Menciona que “más de un millón de personas han sido desplazadas a Egipto, Etiopía, Sudán del Sur y Chad”, donde Madowo estuvo recientemente.
Este último, “es de los países más pobres, pero miles cruzan de Sudán hacia Chad porque temen que si se quedan van a morir. Nunca han visto este nivel de violencia. En Darfur, nunca han visto este nivel de violencia tan cerca de ellos”.Sobre una posible mediación, Madowo, indica que “hay mucha presión internacional de volver a una mesa de negociación y priorizar la vuelta a un gobierno de transicion".
Agrega que las partes en el conflicto, "dijeron que estaban comprometidos con ese objetivo, pero al acercarse a tener un cuerpo militar combinado ellos no se pusieron de acuerdo.
“Hay mucha presión. El diálogo en Yeda, facilitado por Arabia Saudita y Estados Unidos, tuvo un poco de progreso.
Hay esfuerzos por la Unión Africana, la Liga Árabe, para mediar en este conflicto y que estos dos hombres dialoguen, pero no han tenido éxito”.
Madowo indica que “algo interesante es que cuando los representantes se reunieron en Yeda, Arabia Saudita, ellos no se dieron la mano, no se saludaron cuando firmaron estos cese el fuego. Ese es el nivel de animosidad, de odio entre estos dos grupos. Los mediadores buscan que pongan los intereses de Sudán primero”, indica Madowo.
Agrega que ahorita “no es seguro volar a Sudán” para que llegue el apoyo. “La ayuda ha venido por Port Sudán, cerca del mar Rojo, que es donde muchos han sido evacuados a Arabia Saudita.“No es seguro volar a Jartum y dar comida, medicinas y ayuda humanitaria.
“Hay historias que te rompen el corazón” y los que logran salir del país “están preocupados por los integrantes de sus familias que dejan atrás, por sus abuelos” y algunos “esperan volver a un Sudán en paz”.
Otros, como el niño Omar, no quieren volver, porque “algo puede volver a pasar” y “quizá no podamos salir esa vez”.
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