El matrimonio de California que presuntamente secuestró y torturó a sus 13 hijos no podrá contactar con ellos de ninguna manera durante al menos tres años, informaron ayer medios locales estadounidenses, al tiempo que las autoridades señalaban que hay varias personas interesadas en adoptar a las víctimas.

Un juez de Riverside, ciudad al este de Los Ángeles, dictaminó ayer que David y Louise Turpin no se podrán acercar a sus hijos, de entre 2 y 29 años, ni podrán contactar con ellos a través del teléfono o correo electrónico, salvo que lo hagan a través de su abogado.

Los acusados, arrestados el domingo 14 de enero, se presentaron a la audiencia vestidos de negro, sin traje de presidiario, con las muñecas y tobillos esposados. La próxima audiencia está prevista para el 23 de febrero.

El caso de los Turpin, que ha causado un gran escándalo en Estados Unidos, se conoció después de que una de sus hijas lograra escapar del domicilio familiar en Perris (California) y llamara a la policía usando un teléfono que encontró en la casa.

En los días siguientes, las autoridades detallaron las penosas e insalubres condiciones en las que permanecían encerrados los hijos, que fueron encadenados a distintos muebles y que sufrían de desnutrición severa en una vivienda con un denso mal olor. El fiscal del distrito de Riverside, Michael Hestrin, se refirió a las constantes “palizas, estrangulaciones, violencia y encadenamientos” que sufrieron los hijos por parte de sus padres.

Hestrin dijo también a la agencia Associated Press que los hijos han comenzado a dar poco a poco información valiosa a los investigadores. “Las víctimas en este tipo de casos cuentan sus historias, pero lo hacen poco a poco. Las cuentan a su propio ritmo”, señaló. Todos permanecen hospitalizados y según Hestrin se sintieron aliviados de estar lejos de su casa.

Por el momento, no se conocen las razones que llevaron a los Turpin a abusar de manera extrema de sus hijos, a quienes, por ejemplo, obligaban a permanecer despiertos durante toda la noche y dormir durante todo el día. Las autoridades presentaron un total de 38 cargos contra David y Louise Turpin, incluyendo tortura, detención ilegal, abusos a un adulto independiente y de menores, y acto lascivo sobre un menor.

Si fueran declarados culpables de todos los cargos, la pareja, que se declaró no culpable de todos los cargos, podría afrontar hasta 94 años entre rejas.

De acuerdo con Kimberly Trone, portavoz de los servicios sociales del condado de Riverside, ya “ha habido ofertas de adopción... muchas de ellas incluyen acoger a las 13 víctimas, tomando en cuenta por supuesto que todavía hay mucho a ser decidido y esas decisiones se tomarán en la corte”.

Medios estadounidenses difundieron el testimonio en Facebook de Taha Muntajibuddin, quien supuestamente fue compañera de una de las hijas de los Turpin en una escuela de Texas cuando la familia vivía en ese estado. La niña Turpin, según esto, era acosada por sus compañeros, que se mofaban de ella por oler mal o por ser una chica frágil. Muntajibuddin dijo que tras enterarse de la vida que aquella llevaba, sintió un “abrumador sentimiento de culpa y de vergüenza”.

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