Santiago de Chile.— Luego de sostener una reunión con las fuerzas armadas, el presidente de Chile, Sebastián Piñera, acordó levantar el estado de emergencia que se mantuvo en distintas regiones del país, debido a las protestas sociales que han dejado al menos 20 muertos.

El gobierno federal dio a conocer que el mandatario firmó los decretos requeridos para que a partir de las 00:00 horas de hoy se termine la medida aplicada en varios puntos de Chile desde el 19 de octubre.

Miles de personas marcharon ayer rumbo a la sede del Congreso en Valparaíso, a unos 120 kilómetros al oeste de la capital, en la mayor concentración en esta región en varias décadas, siguiendo la multitudinaria concentración que reunió a más de un millón de personas en la Santiago el pasado viernes.

Varias columnas de manifestantes coparon la avenida España, la costanera que une las ciudades de Viña del Mar y Valparaíso; con banderas chilenas exigieron cambios al modelo económico chileno.

“La fortaleza del movimiento social que se tomó las calles ha sido su transversalidad y carácter pacífico y constructivo. Nuestro llamado es que en Valparaíso ¡siga siendo así! Hoy más que nunca ante el fracaso de estrategia de seguridad del gobierno que no evita saqueos e incendios”, aseveró Jorge Sharp, alcalde de Valparaíso. En el frontis de la casa de gobierno en Santiago, un millar de ciclistas se congregó para gritar a coro: “Piñera, escucha: ándate a la chucha [vete al demonio]”.

Y en el parque O’Higgins de Santiago, unas 15 mil personas —según la policía— se congregaron sin que se registraran incidentes en un acto cultural, denominado El derecho de vivir en paz, en alusión a una célebre canción de Víctor Jara, el folklorista asesinado por la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), que se ha vuelto a escuchar con fuerza durante las masivas manifestaciones de la última semana.

Las denuncias de abusos a los derechos humanos por parte de agentes del Estado han hecho eco en Chile y han puesto en duda el papel de las autoridades para proteger a la ciudadanía. Desde el retorno a la democracia en 1990, es la primera vez que los militares salen a las calles en labores de contención.

Varias organizaciones sociales han denunciado torturas, violencia sexual y golpizas, y un centenar de casos de trauma ocular severo por perdigones.

Desde el pasado lunes se espera en Chile una misión de la Organización de la Naciones Unidas y otra de Amnistía Internacional, para verificar la actuación de las fuerzas del orden durante este periodo de excepción en medio del peor estallido social en décadas, que termina la medianoche de hoy.

Un testimonio de AFP, de nombre Emerson Yarcan (30 años), relató la violencia de parte del Estado que le sacó “el lóbulo ocular” a causa “de un balín” alojado detrás de su ojo. Yarcan, según la agencia, anda en silla de ruedas.

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