San José.— Con más de 27 mil seguidores en sus cuentas de redes sociales de internet que le confirieron influencia, alcance, popularidad, credibilidad y presencia, Linda Caramelo o LindaR21 reclutó y atrapó a un gran número de colombianos que participaron durante varios años en atractivas rifas de motocicletas, dinero en efectivo y bonos para en Colombia.

La ostentosa vida de presunta benefactora de la “influencer”Ceci Julieth Pino Restrepo, colombiana y de 33 años y de apellido Pino—terminó abruptamente en septiembre de 2023, cuando cayó presa y quedó en arresto domiciliario al destaparse que las rifas solo fueron una treta para ocultar el presunto “lavado” de dinero ganado en el narcotráfico internacional.

Los premios sí fueron entregados, pero escondieron una ruta ilícita de enriquecimiento.

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Una cirugía de lipoescultura, que debe realizarse con profesionales que estén debidamente acreditados y certificados. Foto: Miguel Menéndez | EFE
Una cirugía de lipoescultura, que debe realizarse con profesionales que estén debidamente acreditados y certificados. Foto: Miguel Menéndez | EFE

“Linda Caramelo” resultó ser la compañera sentimental del narcotraficante colombiano Wílmer Urrego, alias “Will”, jefe del “clan Will” que formó con sus hermanos—Wilmar, Wílder y William Urrego Torres—y que insertó al principal cártel del narcotráfico en Colombia: el Clan del Golfo o Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC).

Los cuatro están encarcelados por un caso que desnudó una de las múltiples irregularidades en torno a una actividad como la cirugía estética. Es un negocio de varios rostros: la aspiración legítima a la salud integral con bienestar físico y mental y el social con la apariencia física y su proyección, el peligro de esconder a falsos o inexpertos médicos y el servir para blanquear las utilidades financieras obtenidas en vías ilegales.

Así como se denunciaron situaciones emblemáticas que sustentaron parte del desprestigio fomentado en torno a esa especialidad de las ciencias médicas, también proliferaron los casos y los ejemplos de éxito contundente. Brasil se convirtió en una de las mecas más visitadas para operaciones quirúrgicas estéticas… con resultados fructíferos.

La (no estatal) Sociedad Internacional de Cirugía Plástica Estética (Isaps por sus siglas en inglés), una organización global de profesionales acreditados en esa especialidad, reportó que Brasil llegó en 2013 a un millón 490 mil intervenciones de esa índole y superó ese año a Estados Unidos como la nación con más cirugías de ese tipo en el mundo.

Con 2020 como referente por ser clave por la pandemia del coronavirus, Isaps precisó que los 10 países con más procedimientos estéticos, quirúrgicos y no quirúrgicos, en ese año fueron EU, Brasil, Alemania, Japón, Turquía, México, Argentina, Italia, Rusia e India, seguidos de España, Grecia, Colombia y Tailandia. Brasil osciló entre dos y medio millones y tres millones de esas cirugías solo en 2023, lo que le permitió consolidarse como uno de los países líderes en esa práctica ofrecida a clientes brasileños y extranjeros. Pero un caso mortal tendió un manto de duda sobre los servicios de Brasil.

La modelo, empresaria e “influencer” brasileña Luana Andrade, de 29 años, murió en octubre de 2023 al sufrir una embolia pulmonar durante una liposucción en Brasil.

El sorpresivo hecho impactó a ese país por tratarse de una figura famosa que promocionó hacer ejercicio físico, mantener una vida saludable y viajar por todo el mundo y que se codeó dentro y fuera de Brasil con reconocidos personajes del deporte y de la farándula.

Las cirugías estéticas “forman parte de la medicina satisfactiva”, aclaró el abogado costarricense Adrián Bellanero en un ensayo sobre mala praxis y derecho penal, con énfasis en esa clase de intervenciones, que publicó en 2021 en la Revista de Ciencias Jurídicas de la (estatal) Universidad de Costa Rica, la principal de este país, y que compartió con EL UNIVERSAL.

La medicina satisfactiva “no tiene como fin la curación o prevención de enfermedades, sino el embellecimiento, el perfeccionamiento del cuerpo o la simple eliminación o reducción de elementos faciales o corporales que no son de agrado del paciente”, explicó.

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“Este mejoramiento de la apariencia física para algunas personas, es la forma de alcanzar el estado pleno de bienestar y con ello una salud integral”, destacó.

Al exponerla como “cirugía voluntaria”, planteó que la estética fue “bastante cuestionada” por llevar a una persona hacia un proceso médico “que no necesita y que le genera un riesgo indebido a su salud” y recalcó que un “sentido amplio” del concepto de salud de la Organización Mundial de la Salud (OMS) la definió como “estado completo de bienestar físico, mental y social, no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”.

En las cirugías curativas, por “una eventual muerte” o la continuación del “padecimiento doloro o indoloro que puede empeorar agudizando la afección a su salud, posiblemente la información detallada de los riesgos” tampoco hará cambiar al paciente de su decisión y se hará la cirugía, aseveró.

“La información que se debe brindar en la medicina satisfactiva debe necesariamente ser más amplia y rigurosa que en la medicina curativa”, sugirió.

Las alarmas

Las reiteradas alertas científicas tampoco evitaron el estallido de escándalos que sacudieron a la industria médica.

Un informe semanal de morbilidad y mortalidad al 25 de enero anterior del Departamento de Salud y Servicios Humanos de EU reveló que 93 estadounidenses perecieron tras someterse a cirugías estéticas en República Dominicana desde 2009.

Una mayoría de los decesos estuvo relacionada con un procedimiento definido como levantamiento brasileño de glúteos brasileño, según el reporte, que reconoció que también hubo fallecimientos en EU y en otros países por mecanismos similares. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EU (CDC por sus siglas en inglés), que es la agencia nacional de salud pública de ese país, repercutió los resultados de la investigación.

“República Dominicana es popular para el turismo médico porque está cerca de EU, tiene una infraestructura turística (…) y algunos médicos” dominicanos “se anuncian” en EU, precisó. Entre otros hallazgos, el estudio, del que este periódico tiene copia, determinó:

+  Desde 2003, los CDC han documentado eventos adversos que ocurren en ciudadanos estadounidenses después de una cirugía estética en República Dominicana. La mayoría de los informes de eventos adversos después del turismo médico para cirugía estética han citado infecciones. Rara vez se han notificado muertes.

+ El número de muertes después de la cirugía estética entre los ciudadanos estadounidenses en República Dominicana aumentó de un promedio de 4.1 por año de 2009 a 2018 a un promedio de 13.0 de 2019 a 2022, con un pico de 17 en 2020.

+ Una revisión de las 29 muertes ocurridas entre 2019 y 2020 reveló que las muertes estaban asociadas con tromboembolismo graso o venoso. Una alta proporción de pacientes que murieron tenían factores de riesgo de embolia, incluida la obesidad y la realización de múltiples procedimientos durante la misma operación.

+ Los factores de riesgo podrían haberse mitigado o prevenido con mejores protocolos quirúrgicos y atención médica postoperatoria, incluidas medidas profilácticas contra el tromboembolismo venoso.

+ En alusión a las implicaciones para la práctica de la salud pública, mencionó que las personas interesadas en la cirugía estética deben discutir los riesgos con su profesional médico habitual.

+ Las autoridades de salud pública pueden apoyar la educación de los proveedores sobre la importancia de la evaluación preoperatoria del paciente y el peligro potencial de realizar múltiples procedimientos cosméticos en una sola operación.

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Un calvario

La actriz argentina Silvina Luna, de 43 años. murió el 31 de agosto de 2023 en Argentina luego de convalecer 79 días en un hospital bonaerense en el desenlace de un drama que arrastró por 12 años a consecuencia de un daño irreversible provocado por una mala praxis en una cirugía estética en 2011 que le practicó un médico argentino.

El galeno le inyectó una sustancia de origen plástico de relleno en partes del cuerpo, como glúteos y rostros, por la que, en 2014, se le diagnosticaron problemas de insuficiencia renal e hipercalcemia (exceso de calcio en la sangre).

Por lo menos tres uruguayas que recibieron tratamientos estéticos del mismo médico ya lo denunciaron penalmente, por lo que se le canceló su licencia para el ejercicio profesional. Una médica argentina también fue cuestionada por utilizar esa misma sustancia y por los efectos secundarios a la salud de mujeres de Argentina.

Con un final trágico, la colombiana Johana Guzmán viajó en julio de 2023 de EU a su natal Colombia a aplicarse una lipoescultura en una clínica estética privada de Bogotá, pero murió el mismo día de la operación por graves complicaciones con la aparente perforación de órganos. Desesperada y al exigir justicia, la familia de Guzmán denunció el hecho ante la Fiscalía General de Colombia, aunque todavía sin resultados.

Pese a estar hundida en la más grave crisis socioeconómica de su historia, con salarios mensuales de apenas 3 o 4 dólares al mes y sin poder reunir unos 148 sueldos mínimos (o unos 522 dólares) cada mes para la canasta alimentaria familiar, Venezuela registró una intensa actividad de cirugías estéticas y con unos 700 cirujanos plásticos, según Isaps, se ubicó de 17 entre los 30 países con más profesionales de esa rama en el mundo.

Con dinero enviado por sus parientes del exterior, mujeres y hombres se endeudaron en Venezuela para pagar en abonos los 3 mil 200 dólares de alguna cirugía estética… y cubrir después la canasta alimentaria.

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