Atenas.— El ministro de Infraestructura y Transporte de Grecia, ΚKostas Ajileas Karaman- lís, anunció su dimisión ayer debido a la grave colisión de dos trenes que se produjo la pasada noche en Grecia central y que ha dejado al menos 36 muertos y decenas de heridos.

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El ministro conservador recalcó que en 2019, cuando fue asignado al frente de la cartera de Transporte, asumió la responsabilidad de un sector ferroviario “en una situación que no corresponde con el siglo XXI”.

“Todo demuestra que, lamentablemente, el drama se debe a un trágico error humano”, dijo el jefe de gobierno griego, Kyriakos Mitsotakis, durante una alocución televisiva. El “terrible accidente de tren no tiene precedentes” en Grecia y será investigado “a fondo”, añadió.

Las autoridades decretaron un duelo nacional de tres días.

En Atenas, la policía dispersó una protesta con gas lacrimógeno después de que algunos manifestantes lanzaran piedras hacia las oficinas del operador ferroviario, Hellenic Train.

Muchos expertos, como también gremios y uniones del sector ferroviario de Grecia, señalan que una de las causas del choque es el estado de deterioro en el que se encuentran los ferrocarriles.

“Nada funciona, todo se hace manualmente, estamos en modo manual en todo el eje Atenas-Tesalónica. Los semáforos tampoco funcionan”, señaló el presidente del gremio de conductores de trenes de Grecia, Kostas Geridunias, en la televisión pública de ERT.

El tren de pasajeros transportaba más de 350 personas y ambos convoyes llevaban “varios kilómetros” circulando por la misma vía por una razón todavía desconocida, indicó el portavoz del gobierno Yiannis Oikonomou. Por la violencia del choque, las locomotoras y los vagones delanteros quedaron pulverizados y los dos conductores murieron de forma instantánea. La colisión se produjo a la salida de un pequeño túnel por encima del cual pasa una autopista que une Atenas con Tesalónica.

El jefe de la estación de Lárisa, de 59 años, fue detenido varias horas después del accidente y acusado de homicidio por negligencia. Pero los sindicalistas ferroviarios afirmaron que el jefe de estación era probablemente un chivo expiatorio, puesto que las deficiencias de seguridad de la línea ferroviaria que une las dos principales griegas eran conocidas desde hace años.

Las imágenes mostraban vagones carbonizados en una maraña de metal y ventanas rotas. Otros vagones menos dañados quedaron volcados de costado mientras los rescatistas usaban escaleras para intentar sacar a los sobrevivientes. “Nunca he visto nada así en toda mi vida. Es trágico. Cinco horas después encontramos cuerpos”, dijo un socorrista. El presidente de la Unión de Médicos de Lárisa, Konstantinos Giannakopoulos, explicó que el trabajo de los bomberos y de los rescatistas era muy difícil.

Los socorristas desplegaron inmensas grúas en el lugar del accidente para intentar retirar los escombros y enderezar los vagones. “Tuvimos que romper los cristales con las valijas y logramos salir”, contó un pasajero a la cadena de televisión Skai. Angelos, un pasajero de 22 años, contó a la AFP que sintieron la colisión “como un gran terremoto”.

El ministro griego de Salud, Thanos Plevris, dijo que “la mayoría de los pasajeros eran estudiantes” que volvían a Tesalónica, tras un fin de semana largo en Grecia a raíz de un día feriado.

Cerca de 500 personas participan en los rescates, según el portavoz del gobierno.

Vassilis Polyzos, un residente local que declaró que fue una de las primeras personas en llegar al lugar; mencionó que ambos trenes “estaban completamente destruidos”. “Había muchas piezas grandes de acero”, indicó.

Más de 200 personas que resultaron ilesas o sufrieron heridas leves fueron trasladadas en autobús a Tesalónica, 130 kilómetros al norte. La policía tomó sus nombres a medida que llegaban, en un esfuerzo por rastrear a cualquier persona que pudiera estar desaparecida.

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Ocho empleados ferroviarios se encontraban entre los muertos en el accidente, incluidos los dos conductores del tren de carga y los dos conductores del tren de pasajeros, según el presidente del Sindicato de Trabajadores Ferroviarios de Grecia, Yannis Nitsas.

La presidenta griega, Katerina Sakellaropoulou, interrumpió una visita oficial a Moldavia para visitar el lugar y depositó flores junto a los restos.

El papa Francisco ofreció sus condolencias a las familias de los muertos. Llegaron mensajes de todo el mundo, incluida la vecina Turquía.

El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, transmitió su pésame a través de Twitter. “Conmocionado por las noticias y las imágenes de la colisión de los dos trenes”, escribió en griego.

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