Caracas/Washington.— Estados Unidos liberó ayer al colombiano , presunto testaferro del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, a cambio de la excarcelación de varios venezolanos y estadounidenses detenidos en el país sudamericano.

La administración de Joe Biden dio así un nuevo paso hacia el deshielo con el gobierno de Maduro, aunque la decisión —con mediación de Qatar, según dijo el gobierno venezolano— generó críticas entre exfuncionarios y legisladores estadounidenses, así como entre exiliados venezolanos. En octubre pasado, levantó las sanciones al petróleo de Caracas en respuesta a la hoja de ruta electoral pactada entre el chavismo y la oposición.

Saab, encarcelado en Miami desde octubre 2021, llegó a Caracas a las 15:55 hora local y se dirigió directamente al palacio presidencial de Miraflores, donde fue recibido con abrazos por Maduro, quien lo calificó como “un hombre valiente y patriota”. Al recibirlo, Maduro le dijo: “¡Lo logramos, lo logramos! Después de mil 280 días de secuestro, ha triunfado la verdad”.

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“Hoy el milagro de la libertad, el milagro de la justicia, se ha hecho realidad”, respondió el empresario colombiano, a quien Maduro le dio la nacionalidad venezolana y el título de embajador. “Gracias a usted, señor presidente, por su perseverancia”, siguió Saab, quien minutos antes se había reunido en el aeropuerto con su esposa, Camilla Fabri, e hijos.

Saab, estrecho colaborador del presidente venezolano, fue detenido en junio de 2020 en Cabo Verde y extraditado en octubre de 2021 a Estados Unidos, donde enfrentaba cargos federales por el presunto lavado de hasta 350 millones de dólares defraudados.

Saab, nacido en Barranquilla (Colombia) y de raíces libanesas, tenía relación con varias empresas, entre ellas Group Grand Limited (GGL), acusada de suministrar con sobreprecios al gobierno de Maduro alimentos y víveres para los gubernamentales Comités Locales de Abastecimiento y Producción. Según las investigaciones, con el programa conocido como CLAP, Saab y tres hijastros de Maduro lucraron con “cientos de millones de dólares”.

Maduro denunció en su momento que Saab era un “diplomático” que estaba “secuestrado” y rompió el diálogo con la oposición venezolana a raíz de la extradición.

Por su parte, el gobierno de Estados Unidos siempre dijo que la entrega de Saab era una línea roja que no estaba dispuesto a cruzar.

A cambio del regreso de Saab, el gobierno de Biden logró la liberación de 10 estadounidenses detenidos en Venezuela, entre ellos Joseph Cristella, Eyvin Hernández, Jerrel Kenemore y Savoi Wright, y de 20 venezolanos considerados “presos políticos”, como el abogado Roberto Abdul, miembro del comité organizador de las primarias opositoras.

Dentro del mismo acuerdo, Venezuela accedió además a extraditar a Estados Unidos al contratista militar estadounidense Leonard Francis, conocido como Fat Leonard, presunto responsable de uno de los mayores escándalos de corrupción en la Marina estadounidense.

Luke Denman y Airan Berry también están en el grupo de 10 estadounidenses liberados en Venezuela, de acuerdo con la cadena estadounidense CNN, que citó como fuente a un funcionario enterado del asunto. Los dos exboinas verdes fueron encarcelados en Venezuela en mayo de 2020 por su presunto papel en lo que Maduro llamó un “golpe fallido”. Fueron condenados a 20 años de prisión.

Biden celebró en un comunicado la excarcelación de los presos y prometió que seguirá trabajando para que el gobierno venezolano cumpla con sus “compromisos” para la celebración de unas elecciones democráticas y libres en el país.

La decisión no fue bien recibida entre los republicanos. El senador por Florida Marco Rubio calificó de “vergüenza” la liberación de Saab, a quien llamó “arquitecto de la operación de corrupción y lavado de dinero de Maduro”. Consideró que “este intercambio sólo incentiva a los dictadores a que secuestren más norteamericanos”.

Otro congresista por Florida, Mario Díaz-Balart, reconocido anticastrista y anti-Maduro, dijo que “presenciamos la última demostración de la política de apaciguamiento de la administración Biden hacia el régimen antiestadounidense y narcotraficante de Maduro. Indignante y peligroso, pero no sorprendente”.

La organización Venezolanos Perseguidos Políticos en el Exilio tildó de “desastrosa” la liberación de Saab, señalando que sólo fortalece a Maduro.

De acuerdo con portavoces estadounidenses, en la decisión de liberar a Saab se consultó a la oposición venezolana para su “participación activa”, incluyendo a la candidata presidencial María Corina Machado, actualmente inhabilitada para competir en las elecciones del próximo año. La administración Biden ha presionado para que se levante dicha inhabilitación.

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