Naucalpan, Méx.— Al menos 110 viviendas resultaron inundadas con lodo y aguas negras tras la tormenta de la noche del miércoles, 30 de ellas en el fraccionamiento Alcanfores, informó la presidenta municipal Angélica Moya al recorrer la zona afectada.

La lluvia de 43 milímetros y el granizo se prolongaron por cinco horas la tarde-noche del 7 de junio, añadió la alcaldesa.

Vecinos de Alcanfores vieron desbordarse el río Chico, que alcanzó dos metros de altura dentro de sus casas en este fraccionamiento, donde cerca de 30 familias resultaron afectadas.

Además, el desbordamiento del río Hondo dañó otras viviendas en El Conde y Alce Blanco, y más de un centenar de autos quedaron atrapados entre el agua y el lodo, dijo Angélica Moya en entrevista con EL UNIVERSAL.

Una camioneta de transporte público quedó sumergida, por lo que los pasajeros subieron al toldo y otros nadaron para salir del bajopuente de Periférico Norte y la avenida 1 de Mayo.

En el centro de Naucalpan, San Bartolo también quedó anegado y el río Hondo registró desbordamientos en la calzada San Agustín y como cascada fluyó hacia calzada de Las Armas, en la zona limítrofe con Azcapotzalco.

El torrente de agua y lodo irrumpió en casas de la calle Río Chico, en Alcanfores, donde familias perdieron camas, salas, comedores, cocinas, documentos y aparatos electrónicos, sobre todo, la tranquilidad al ver entrar las aguas negras que rompieron ventanas. “Esto pudo ser una tragedia” señaló la señora Madrigal.

“Mi padre, un adulto mayor de 87 años, estaba solo, con los perros y afortunadamente pudo subir al piso superior, si no el agua lo pudo haber arrastrado, pues la fuerza de la corriente rompió cristales de la casa”, añadió.

Vecinos de Alcanfores solicitaron a autoridades municipales y estatales desazolvar y reparar el dique del río Chico para evitar otra inundación.

Decenas de vehículos fueron arrastrados por la corriente y un grupo de ellos quedó atorado bajo el agua en la calle Río Chico.

En Alcanfores, policías municipales y cuadrillas de empleados de servicios públicos, OAPAS, Protección Civil y de la Comisión del Agua del Estado de México (CAEM) trabajaron desde la noche del miércoles y durante el jueves para sacar lodo, muebles inservibles, hacer limpieza y en la desinfección de cisternas y habitaciones de las viviendas.

Esto con el apoyo de camiones tipo vactor para destapar drenajes y de excavadoras para retirar troncos, ramas y montones de basura tras la lluvia.

Brigadas de médicos y enfermeras del Instituto de Salud del Estado de México (ISEM) llegaron a esta zona afectada por la inundación de aguas negras y aplicaron vacunas contra el tétanos y proporcionaron medicamento para desparasitar.

La tormenta del miércoles también provocó estragos en Huixquilucan, donde personal de la CAEM, con equipo especializado de presión y succión, trabajó para abatir los niveles en la calle Fuentes de Hermes, en la colonia Fuentes de Tecamachalco.

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