Les dicen adiós entre flores y globos

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Juan Carlos, de 45 años, y su nieta Luisa, de tres, fueron velados ayer en la misma funeraria; su familia y amigos les llevaron cruces floreadas de todos tamaños para colocarlas alrededor de sus féretros.

Al de la niña le amarraron globos con dibujos infantiles de colores pastel y blanco.

Tres parientes cercanos a Juan Carlos, un hombre moreno que el día de su asesinato en la colonia Del Valle vestía una playera color oscuro, esperaron hasta la tarde de ayer para que les entregaran el cuerpo de Charly, como solían decirle.

Ahí, en las oficinas del Incifo, declararon que la información que ha sido divulgada sobre la vida que llevó Juan Carlos es falsa, pero que por el momento no darían más detalles sobre el ataque que sufrió él, Luisa y la joven Sara Daniela, de 22 años, quien sobrevivió.

Jóvenes, mujeres, niños y personas de la tercera edad dedicaron unos minutos de sus plegarias a Juan Carlos y Luisa, las dos víctimas de un hombre con sudadera roja que, sin dudarlo, se acercó hasta el automóvil que recién el abuelo había estacionado en la calle Juan Sánchez Azcona, y disparó contra ellos.