Pocos años después de cumplir la mayoría de edad ingresó por primera vez a la cárcel, donde ha pasado los últimos 10 años de su vida en reclusión, convirtiéndose en un reo sanguinario y peligroso, se presume que eso es gracias a la complicidad de las autoridades carcelarias que forman parte de la red de corrupción que prevalece en el sistema penitenciario del Estado de México.

Por unos videos difundidos la semana pasada se supo de la existencia de Luis Alberto N, conocido como El Tatos o El Tato, quien apenas el pasado 17 de septiembre cumplió 31 años de edad.

Las imágenes mostraron la violencia y crueldad con la que actúa en contra de otros presos a los que tortura, con ayuda de otros reos, para que sus familiares les depositen en cuentas bancarias diferentes cantidades de dinero o les den bienes a sus cómplices que tiene en el exterior, denunció la agencia de noticias estatal MVT.

Su historia como presidiario comenzó cuando tenía 21 años, el 27 de mayo de 2007 cuando fue detenido en Nezahualcóyotl, según la causa penal 159/07.

Ultrajes, secuestro agravado, homicidio calificado, robo con violencia de vehículo y delincuencia organizada, son los delitos que enfrenta, de acuerdo a la Dirección General de Prevención y Reinserción Social del gobierno del Estado de México.

No obstante que tiene una larga lista de acusaciones en su contra no ha sido sentenciado durante los 10 años en los que ha deambulado por más de la mitad de los penales ubicados en el Estado de México: Neza Bordo, Neza Norte, Texcoco, Neza Sur, El Oro, Chalco, Ecatepec, Otumba Tepachico, Zumpango, Ixtlahuaca, Almoloya, Sultepec y Ecatepec.

En ese lapso se ha erigido como un preso cruel que ha comprado voluntades de otros reos, custodios y autoridades penitenciarias, según denuncias de familiares de sus víctimas.

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