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phenelope.aldaz@eluniversal.com.mx
Detrás de las paredes rojas de su nueva casa, Carmen acomoda la despensa. Han pasado sólo 20 días desde que le entregaron las llaves, pero ya le ha dado su toque con cortinas, algunos muebles y electrodomésticos.
La señora Carmen Juárez y su esposo son de los primeros beneficiarios en recuperar su hogar, dañado por el sismo del 19 de septiembre de 2017, con apoyo de la Fundación Carlos Slim. La reconstrucción de su casa fue gratuita, sólo le valió la espera de algunos meses.
“Tardó en llegar la ayuda, pedimos en todos lados, hasta que llegaron unos señores con esta propuesta y nos gustó. Pero fue independiente del Gobierno [de la Ciudad]”, asegura.
Carmen vive en la calle 13 de septiembre, en San Gregorio Atlapulco, una de las zonas más afectadas por el sismo del 19 de septiembre de 2017. En esta calle pueden contabilizarse al menos una decena de casas nuevas, las mismas que hace meses se encontraban en ruinas.
En esta calle sin pavimentar las construcciones relucientes, de colores brillantes y “a prueba de temblores”, todas se encuentran ya habitadas.
Los beneficiaros se conocen, se saludan cada que salen al mercado, abren con orgullo las puertas mientras hacen la limpieza para dar cuenta de la nueva vivienda, hasta las mascotas se han apropiado de ellas.
Triste peregrinar. Carmen recuerda que aquella tarde del sismo se encontraba junto con su suegra en la casa que recién habían ampliado, apenas salieron cuando la parte trasera se derrumbó, los pisos y muros se abrieron y el tinaco cayó.
Luego de la revisión del inmueble por parte de expertos se determinó que tendría que ser demolido por completo. Un tiempo vivió en la calle junto con su esposo y suegra, luego con el apoyo para el pago de la renta se mudaron a un cuarto.
Apenas hace 20 días le entregaron las llaves de su nuevo hogar. “Nuestra casa era más grande, pero gracias a Dios ya tenemos un techo. Me siento bien en lo que cabe, porque de no tener nada a lo que nos regalaron, pues es mejor” dice.
La vivienda de Carmen es dos pisos con espacio para sala, cocina, comedor y medio baño en la planta baja; dos recámaras y baño completo arriba.
Las ventanas y puerta son blancas; atrás le colocaron un calentador y lavadero.
La vecina de San Gregorio Atlapulco asegura que sin pedirle nada a cambio, el inmueble le fue entregado con todos los detalles, la pintura roja en las paredes exteriores y hasta piso.