Pese a que la Ciudad de México permanece en la fase 3 de la emergencia sanitaria por Covid-19, el sábado comenzaron los trabajos de rehabilitación del Tren Ligero, del tramo Estadio Azteca a Xochimilco, que se estima, terminarán el 31 de diciembre.

En un recorrido realizado por EL UNIVERSAL, se observó que el servicio es normal desde Tasqueña hasta Estadio Azteca, de ahí, los usuarios deben tomar las unidades RTP, sin costo extra, para terminar el recorrido a Xochimilco.

Aunque son pocos los pasajeros, algunos se dijeron molestos, pues ante la contingencia, consideran que estos trabajos no son de primera necesidad.

“Creo que se deben esperar, suspendieron otras actividades en las empresas, pero eso sí, ya van a gastar en las remodelaciones”, dijo Josué, usuario del Tren Ligero.

A unos metros de los andenes de la estación Estadio Azteca, algunos trabajadores ya iniciaron con las obras para retirar las vías. A su equipo de protección se suma el cubrebocas y es notable que no hay presencia de personas pertenecientes al sector vulnerable, como los adultos mayores.

De acuerdo con el titular del Servicio de Transportes Eléctricos (STE), Guillermo Calderón, estas son algunas de las medidas que se establecieron con la empresa COMSA, encargada de la rehabilitación, aunque aclaró que se trata de una obra pública exenta de las restricciones por la emergencia sanitaria.

En entrevista, comentó que la intervención de mantenimiento mayor al tramo que va de la salida de Estadio Azteca hasta Xochimilco será de 7.2 kilómetros, por lo que estarán fuera de operaciones ocho estaciones, incluida la terminal de Xochimilco.

Destacó que se invertirán 385 millones para la sustitución de vía, de balasto y la preparación de la base, además de cerca de 30 millones de pesos para cuestiones complementarias, como asesoría especializada y rehabilitación de la catenaria.

“Este tramo es más largo [al de Tasqueña-Estadio Azteca, rehabilitado el año pasado] y tiene características diferentes, aunque es más nuevo, desde 1986. La calidad de suelo es diferente, por eso se tiene que hacer un estudio geotécnico, porque algunas zonas son arcillosas o arenosas y no está bien compactado [el suelo] donde está la vía, por lo que se tendrá que abrir para tener una base firme, estable y duradera, con hasta dos metros de profundidad en algunos tramos”, dijo.

Destacó que en este tramo hay ocho cruces con alta afluencia vehicular, por lo que se trabaja para afectar lo menos posible la movilidad en estas zonas, aunque necesariamente tendrá que haber cierres, “estamos buscando que sean cierres parciales, pero si habrá”.

Guillermo Calderón comentó que el estado de la vías es malo, pues están deformadas, algunas con pérdida de material, aplastamientos, y en cuanto a los durmientes, también es malo su estado, pues su instalación tiene al menos 30 años.

Recordó que durante el periodo de obra habrá apoyo de unidades RTP que recorrerán en paralelo el trazo del Tren Ligero, y el usuario sólo realizará un pago.

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