Metrópoli

Alistan capacitación para cuidar a abuelitos

El ICATI impulsa un proyecto para pro fe sionalizar la atención a los adultos mayores en el Edomex

Cuidadores de la Catam lamentan que las familias no atiendan a sus adultos mayores y prefieran tenerlos dormidos o abandonados en un cuarto. Foto: JORGE ALVARADO. EL UNIVERSAL
05/01/2020 |02:00Claudia González |
Redacción El Universal
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Toluca, Méx.— Cuidar ancianos no es una actividad que realicen por voluntad muchas personas. Son muy pocos los hijos o nietos que prefieren escuchar a sus propios abuelos y abuelas en lugar de dejarlos dormir toda la mañana para que no sean una molestia, consideró María Teresa Quintana Álvarez, directora de Casa de Atención al Adulto Mayor (Catam).

Al menos, dijo, eso ha observado durante los cinco años al frente de la casa hogar, donde atienden personas de la tercera edad, y aplaudió que el Estado de México se convierta en la primera entidad del país en brindar formalidad al trabajo de los cuidadores de adultos mayores y personas con discapacidad en sus hogares.

De acuerdo con el Consejo Estatal de Población (Coespo), en el estado hay un millón 807 mil 74 personas de 60 años o más. La expectativa es que para este año los adultos mayores sumen un millón 892 mil 113, en tanto que para 2050 podrían llegar a 4 millones 824 mil 907, lo que significa que asumirán un papel predominante en la población.

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De ahí la importancia de aprender a cuidar a los ancianos, reconoció Jaime Rebollo Hernández, director General del Instituto de Capacitación y Adiestramiento para el Trabajo Industrial (ICATI), quien explicó que la pirámide poblacional cada vez avanza más hacia una población de ancianos y de menos jóvenes.

Este año, el ICATI iniciará con la certificación de personas dedicadas a esta actividad, que no son enfermeras o geriatras.

Aunque actualmente la Secretaría del Trabajo no cuenta con un registro exacto de mexiquenses que se dedican a esta tarea, la estadística del Inegi señala que el estado se coloca en el segundo sitio después de la Ciudad de México, con 8.3% del total de personas dedicadas a estas funciones.

Edomex, pionero en capacitación

El trabajo de cuidadores, reconoció el director del ICATI, en su mayoría es de mujeres, quienes lo hacen dentro de sus hogares y no reciben paga por cuidar al abuelito o un hijo con discapacidad.

Con base en datos del Inegi, en México aproximadamente 500 mil personas son cuidadores, laboran 38.5 horas a la semana y ganan en promedio 24.3 pesos por hora, aunque las mujeres ganan la mitad de lo que recibe un hombre. Es una ocupación predominantemente femenina, pues 97 de cada 100 que la ejercen son mujeres y su edad promedio es de 37.6 años.

“Una enfermera o un geriatra cuesta entre 700 y mil pesos por día, pero nosotros vamos a capacitar personas que van a cuidar gente no necesariamente enferma, sino que está sola, abandonada. Serán cuidadores que sepan cómo moverlos, llevarlos a pasear o llevarlos al baño, sin molestarlos o maltratarlos”, puntualizó el director del ICATI.

Detalló que el proyecto llevará por nombre Atención Sociosanitaria a la Persona Adulta en Condición de Dependencia, una línea de capacitación especializada que, debido a la normatividad bajo la que se rige el instituto, no puede llegar al nivel de acreditación de asistentes geriátricos o enfermeros, pero sí certifica a personas que tienen a su cargo ancianos o discapacitados.

Serán compañeros con quienes una familia pueda encargar a su abuelo, hijo o hermano con la certeza de que no serán maltratados.

El director detalló que en el país no hay un curso similar, y que la convocatoria podría publicarse próximamente. Se prevé que inicie entre marzo y abril, y se imparta en las 46 Escuelas de Artes y Oficios del ICATI. El programa piloto considera 10 alumnos.

“Falta sensibilidad y amor”

A unos metros del centro de Toluca se localiza la Catam, una casa muy amplia donde habitan 14 adultos mayores, casi todos de 90 años o más, bajo el cuidado de María Teresa Quintana Álvarez, María Berenice Álvarez García y Arturo Ortiz Ramos.

Son cuidadores, pero no especialistas geriatras ni médicos o enfermeras, sino son parte de una asociación civil. Los encargados de la casa coincidieron en que los ciudadanos en México y en la entidad no están preparados para atender a las personas ancianas.

Admitieron que no sólo hace falta amor, paciencia y cariño para cuidar a un familiar en la vejez, sino voluntad porque, han notado, simplemente “no hay ganas de cuidarlos”, porque la mayoría de las personas desprecian a los viejitos o los ven como un estorbo.

En esta estancia que se coordina con el DIF estatal para albergar a personas de la tercera edad, hay ancianos felices, según los propios habitantes de este hogar, aunque Arturo Ortiz reveló que la mayoría fueron abandonados por sus familias, quienes pagan “a regañadientes” cuotas de 2 mil 500 pesos bimestrales, pero casi nunca acuden a pasar una tarde con sus abuelitos.

María Teresa Quintana Álvarez comentó que desde hace cinco años, la Catam en dos albergues atiende a 28 personas, algunas con diabetes, presión alta, demencia senil y hasta ceguera, y enfatizó en que pocas veces los propios familiares identifican los síntomas o malestares que sus ancianos padecen porque casi siempre los tienen abandonados en un cuarto, dormidos o los ignoran.

Reconoció la importancia de que haya una capacitación para las personas responsables de cuidar o acudir como voluntario a uno de estos centros, toda vez que incluso los egresados de especialidades como geriatría o enfermería “son poco sensibles a las necesidades de un anciano, por ejemplo, de la gentileza que se requiere”.

Por su parte, René Alberto Ramírez, geriatra del lugar, expresó que es imprescindible aprender a distinguir los cuidados que requiere cada caso, en alimentación, atención médica, incluso hasta como compañero de plática por la noche o el día.

A la casa, refirió María Berenice, le hacen falta muchas adecuaciones para que los ancianos puedan desplazarse con más facilidad; sin embargo, no hay fondos, pues si bien reciben el pago de cuotas, en ocasiones los familiares entregan sólo mil pesos mensuales por la estancia, que incluye tres comidas al día, baño, televisión, dormitorios, atención de dos enfermeras diariamente y seguimiento médico.

“Es muy importante que haya una nueva carrera o preparación para el cuidado de los adultos mayores, sería mejor si comenzamos a hacerlo con todos desde niños”, dijo la directora.

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