Los ojos de Dani, una niña de cuatro años, se llenaron de lágrimas al decir que no quería ir a la escuela porque un hombre “grande, grande como su papá” salía del baño con una máscara de monstruo en un jardín de niños de Tultitlán, Estado de México.

“El abuso sexual infantil en escuelas es más frecuente de lo que pensamos” o de lo que revelan las estadísticas, pues muchos casos no se denuncian, comenta a EL UNIVERSAL Patricia Valladares, coordinadora del Programa Institucional para la Atención y Prevención de la Violencia de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Iztacala, de la UNAM.

Recientemente se dieron a conocer los casos del Monstruo del baño del Jardín de Niños Carlos Pellicer, en San Pablo de las Salinas, en Tultitlán, y el de El Paletas, profesor que abusó sexualmente de sus alumnas de segundo año de primaria en San Francisco Chimalpa, en Naucalpan.

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En el ciclo escolar 2022-2023 en planteles del Estado de México, a través del Centro de Atención para la Convivencia Escolar Mexiquense (CACEM) se han recibido 732 reportes por violencia sexual, conductas violentas, acoso y maltrato escolar, violencia laboral, entre otros.

Además, hay 64 profesores e intendentes de escuelas públicas y privadas de la entidad bajo proceso penal por el delito de abuso sexual a alumnos, expone Ricardo Sodi Cuellar, presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado de México.

Estas 64 personas que laboraban en preescolar, primarias, secundarias y nivel medio superior, podrían obtener penas de más de 20 años de prisión si hay suficientes pruebas que comprueben el abuso sexual, por ser un delito agravado, agrega Sodi Cuellar.

¿Por qué un profesor intenta agredir a los menores?

“No todos los profesores o empleados de escuelas son agresores sexuales, pero quienes sí lo son satisfacen sus necesidades emocionales, sexuales y físicas a través de un o una menor”, afirma Patricia Valladares.

“¿Por qué a los niños? Porque es más fácil manipular a los infantes que a los adultos y el modus [operandi] es una mezcla confusa de seducción y amenaza, lo que les garantiza el secreto aunado a la complicidad, muchas veces de la omisión de buenas prácticas institucionales de los directivos o franca complicidad de ellos”, explica la especialista.

Síntomas de una víctima

Estas agresiones sexuales son “una situación aterradora para las víctimas que les va a producir muchos trastornos de alimentación, de sueño e incluso conductas sexuales y autodestructivas”, alerta Valladares.

Los niños agredidos no quieren ir a la escuela o extreman temor con algún maestro ya sea por maltrato o abuso sexual, dejan de comer o comen mucho, solamente quieren dormir o sufren de insomnio, están enojados y tristes o groseros, son algunos de los síntomas, añade.

Otras señales de que un menor de edad ha sido abusado son que se masturba, se hace cortadas en el cuerpo o peor aún, muchos niños repiten esta conducta con sus pares y cuando recrean esos comportamientos entre menores, suele suceder que algún adulto se da cuenta, indica.

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Cómo detectar a un agresor sexual

¿Es posible detectar a un profesor o empleado escolar que es un agresor sexual? “Sí —responde la especialista— son los que suelen tocar mucho y besan a los alumnos”.

El presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado de México, Ricardo Sodi, señala que de ahí la importancia de someter a exámenes de control de confianza no sólo a maestros, hombres y mujeres, sino a todo el que tenga contacto con menores de edad en escuelas, para detener a violadores potenciales.

Las autoridades del gobierno del Estado de México dan a conocer que existe la Red Institucional de Apoyo Socioemocional (RIAS), integrada por 7 mil 805 figuras educativas con perfil profesional, entre sicólogos, trabajadores sociales, orientadores técnicos y promotores de educación, para la salud, quienes implementan protocolos de atención a las víctimas.

Además, el Consejo para la Convivencia Escolar (Convive) brinda apoyo sicológico, jurídico y familiar a la población estudiantil, personal docente, madres y padres de familia que así lo requieran.

En la línea 800 01 NIÑOS (6 4667) se ofrece asesoría gratuita en materia de violencia escolar, tanto para las víctimas como para sus familias, apuntan las autoridades mexiquenses.

Detenidos

Ricardo “N”, el Monstruo del baño, usaba una máscara de zombi y de conejo para abusar de las niñas del Jardín de Niños Carlos Pellicer. Tras las protestas de los padres de familia, el hombre de 50 años fue aprehendido.

El 14 de marzo de este año fue vinculado a proceso por dos jueces de control del Poder Judicial del Estado de México, por su probable participación en el delito de abuso sexual en contra de dos niñas de cuatro y cinco años.

El Paletas —detalla la abogada Mari Carmen Pérez, quien ha participado en la defensa de las víctimas—, con bufandas y telas tapaba los ojos a sus alumnos y además les amarraba las manos, ponía paletas de dulce sobre una mesa y pedía a los niños que las probaran para someterlos sexualmente.

El profesor amenazaba a los menores diciendo que iba a agredir a sus madres. El sujeto fue detenido y vinculado a proceso por los delitos de abuso sexual y violación equiparada.

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