El mes de festejos alrededor del Día Mundial del Malbec , celebrado desde hace 12 años cada 17 de abril, deja tras de sí una larga lista de cifras que ayudan a entender el gran éxito de esta cepa en el mercado internacional, incluido México.

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¡Sí!, querido lector, yo sé que Argentina también es tierra de excepcionales tintos de Bonarda, Cabernet Franc, Merlot, Syrah, Cabernet Sauvignon y Pinot Noir, sin olvidar a blancos y rosados de otras grandes uvas. Sin embargo, hoy más que nunca los datos duros nos ayudan a confirmar que la Malbec no solo persiste

como la variedad insignia de este fascinante polo productivo, sino como su uva más extensamente cultivada y demandada por consumidores de todo el planeta.

Si bien no está claro cómo llegó a la región de Cahors , en el Sudoeste de Francia , la Malbec (también llamada Côt, Auxerrois, Pressac) encontró en aquel territorio condiciones aptas para su desarrollo. Para mediados del Siglo XII, ya era ampliamente apreciada por su capacidad para producir vinos de un intenso color, con tonos azulados y violáceos, además de brillantes aromas de moras azules, cerezas negras, cuero, y una marcada y típica astringencia. Después de dominar incluso la escena vitivinícola en Burdeos, la Malbec literalmente se fue desvaneciendo tras años de malos resultados en campo, escasez provocada por

conflictos bélicos y la llegada de la filoxera a Francia, en la segunda mitad del Siglo XIX.

Que no termine el mes sin celebrar a la Malbec
Que no termine el mes sin celebrar a la Malbec

Foto:  Dziana Hasanbekava / Pexels

Justo en aquellos momentos, la cepa aterrizó en Chile , de la mano de viticultores franceses quienes estudiaban la capacidad de adaptación de vides clásicas europeas en el Cono Sur. En 1853 el agrónomo Michel Aimé Pouget replicó los esfuerzos con las vides europeas en la Quinta Normal de Agricultura de Mendoza, concebida justamente el 17 de abril, comenzando así la era del Malbec en suelo argentino.

Inmigrantes italianos y franceses apuntalaron el desarrollo de la vitivinicultura local y también de la Malbec , poseedora de una incomparable adaptabilidad a los diferentes climas y suelos de la geografía argentina.Hoy, tras más de un siglo de evolución y afinamiento, la Malbec representa más del 23 por ciento del viñedo en Argentina y cerca del 40 por ciento de su superficie total de variedades tintas.

Mendoza

, con altitudes de entre 800 y 1,200 msnm (metros sobre el nivel del mar), gran exposición solar, amplísimos diferenciales térmicos y suelos pobres

dominantemente graníticos que ofrecen condiciones óptimas para su cultivo, es la región que encabeza la producción de Malbec con más de 39 mil hectáreas funcionales al 2021.

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Ciertamente, las tendencias locales apuestan por experimentar y desarrollar nuevos estilos vínicos, métodos agronómicos y especialización de cepas en función del terruño. Sin embargo, la Malbec siempre está en búsqueda de perfeccionamiento nacional. Créalo, la uva insignia de Argentina incrementó su superficie en 168 por ciento entre 2001 y 2021.

El punto que cierra el círculo virtuoso de la Malbec argentina es su capacidad para enamorar a consumidores de todo el planeta y enlazarse fácilmente a diferentes cocinas regionales. Sus tintos hiper frutales, frescos, placenteramente ácidos, potentes pero amables en astringencia y bien generosos en alcohol, responden a las tendencias que hoy marcan el rumbo global. Tan solo en 2021 se comercializaron 1,619,652 hectólitros de Malbec alrededor del mundo; de entre 122 países, Estados Unidos, Reino Unido, Brasil, Canadá y por supuesto México lideran su consumo. ¡Feliz Día Malbec!


 “Después de dominar incluso la escena vitivinícola en Burdeos, la Malbec literalmente se fue desvaneciendo...”
-Carlos Borboa

*Carlos Borboa es periodista gastronómico,  sommelier certificado y juez internacional de vinos y destilados.

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